Abelardo García Calderón lleva la educación en las venas y más que un trabajo, es la herramienta que le ha permitido canalizar su vocación de servicio por un camino en el que el 1 de agosto cumplió 50 años.

Ese es el periodo en el que ha estado al frente del Instituto Particular Abdón Calderón (IPAC), centro educativo fundado en 1947 por su padre, Abelardo García Arrieta, en un local situado en la calle Boyacá, entre P. Icaza y av. 9 de Octubre, centro de Guayaquil, y que en 1985 se trasladó a la parroquia La Puntilla, en la vecina ciudad de Samborondón.

Una vida dedicada a enseñar

De hablar sereno y didáctico, García Calderón recuerda que incursionó en el mundo de la enseñanza siendo muy joven, cuando todavía no egresaba de la Facultad de Filosofía de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (UCSG) empezó a enseñar Literatura a jóvenes de los colegios Ana Paredes de Alfaro y Normal Católico (ya no existe).

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Y en el IPAC también fue docente, desempeñó otras funciones para luego convertirse en el director general de la institución que ha recibido algunos reconocimientos nacionales e internacionales por su trayectoria.

Él también se desempeñó como subsecretario de Educación del Litoral en el periodo 1984-1986.

En cinco décadas en el oficio ha sido testigo de cómo la educación evolucionó de la mano de la tecnología y de cómo este avance exige también al docente prepararse constantemente.

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Un ejemplo, dice, fue la pandemia, durante la cual tanto a nivel privado como público el proceso enseñanza-aprendizaje pasó de las aulas físicas a las clases virtuales a través de distintas plataformas y metodologías.

Aunque en algunos colegios particulares el uso de estas herramientas para planificar o asignar tareas ya era parte de la rutina en los planteles públicos, fue algo totalmente nuevo a lo que los profesores fiscales debieron adaptarse en medio de una compleja situación sanitaria, menciona.

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De ahí que para él, en el rol del educador es fundamental la vocación ya que su función trasciende de las aulas.

El docente por excelencia, remarca, debe entregar a niños y jóvenes las herramientas con las que va a trabajar luego de salir de las aulas, tiene que transmitir conocimiento y a partir de aquello convertirse en el modelo a seguir de sus estudiantes.

Al frente del IPAC, que tuvo como estudiante al expresidente de la República Alfredo Palacio, García Calderón ha promovido implementaciones tecnológicas. Las aulas tienen pantallas táctiles y los estudiantes trabajan con iPad para realizar investigaciones.

El centro educativo tiene, además, laboratorios virtuales de Ciencias Naturales, Química y Física, para que los estudiantes realicen experimentos por medio de simuladores desde los iPad.

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El uso de herramientas para la educación cambió y con ello también lo hizo la forma de aprender, sostiene él. Y señala que al principio todo se basaba en la capacidad de memorizar del alumno, pero hoy en las aulas se promueve más el desarrollo de las capacidades intelectuales a partir de la comprensión del entorno y de la realidad.

Un galardón surge con el sello del creador de IPAC

Por eso, recalca, es importante la preparación permanente de los maestros, más aún cuando con la tecnología los estudiantes, desde pequeños, ahora tienen acceso a mucha información que la mayoría de veces les genera inquietudes y dudas.

“Ahora son muchas las inquietudes que el docente debe resolver a sus estudiantes y eso requiere, efectivamente, preparación constante, es fundamental”, expresa García Calderón, quien ha recibido innumerables preseas por su trayectoria, entre esas, la condecoración Dr. Vicente Rocafuerte al mérito educativo. (I)