La Comisaría Décima Municipal Ambiental, adscrita a la Dirección General de Ambiente de Guayaquil, notificó al administrador de la ciudadela Las Garzas por una intervención no autorizada en nueve árboles de especie ficus, acción que incumpliría la ordenanza que regula el manejo de áreas verdes de uso público y del arbolado urbano.

Según un informe técnico, los trabajos realizados redujeron la altura de los árboles a tres metros y eliminaron por completo su malla foliar, lo que afectó su morfología y modificó la arquitectura de sus estructuras.

El administrador de la urbanización dispone de un plazo de 10 días para presentar sus descargos, aportar documentos o información que considere pertinente, en el marco del proceso administrativo.

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De acuerdo con el artículo 48 de la ordenanza vigente, las infracciones muy graves pueden ser sancionadas con multas que van de 11 a 50 Salarios Básicos Unificados (SBU), detalla el cabildo.

Además, en casos que comprometan la integridad de los árboles, la comisaría ambiental podrá imponer medidas adicionales de restauración y resarcimiento del daño ambiental, basadas en un informe técnico elaborado por la Dirección de Áreas Verdes, garantizando así una respuesta proporcional y efectiva ante los daños al patrimonio natural.

Por su parte, Benjamín Valle, presidente del directorio de la ciudadela Las Garzas, explicó que la decisión de intervenir los árboles respondió a motivos de salud. Según indicó, los moradores habían reportado problemas respiratorios, especialmente en niños y adultos mayores, debido a la acumulación de excrementos de aves en la zona.

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Hoy, después de la poda, dicho sector está libre de contaminación, los árboles están vivos y los pájaros también están vivos”, señaló Valle en un comunicado, en el que también aseguró que un grupo de nueve residentes habría emprendido una campaña mediática en contra de la administración.

La controversia se intensificó tras la difusión de un video en redes sociales en el que se observan cientos de aves intentando posarse en las copas de los árboles. Según especialistas, en esa área habitaban cerca de 700 pájaros, lo que ha generado preocupación entre ambientalistas y un sector de vecinos de la urbanización. (I)