Tagsa cumple 20 años de manejar la administración y operación del aeropuerto internacional de Guayaquil, que actualmente mantiene un flujo promedio de 22 vuelos internacionales y 20 nacionales con alrededor de una docena de aerolíneas.
Tras superar la caída de pasajeros por época de pandemia, Ángel Córdova, gerente de Tagsa, que pertenece al grupo Corporación América, expone que en estas dos décadas desde que asumieron el mando del aeropuerto hay un aumento de casi el doble de usuarios y que han conseguido múltiples galardones, entre esos de mejor aeropuerto de la región y del mundo en categoría de dos a cinco millones de pasajeros.
En este lapso, la empresa, que tiene la concesión hasta el 2031, ha destinado una inversión de más de $ 150 millones por obras de infraestructura, sin considerar otros rubros de gastos y de mantenimientos.
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En estos 20 años, ¿qué aspectos clave consideraría que ha cambiado el aeropuerto?
Desde el año 2004, cuando Tagsa inició la operación y administración del aeropuerto, se cambió la imagen del aeropuerto para la ciudad, empezamos a hacer obras muy importantes. La primera, la terminal actual José Joaquín de Olmedo, en la cual empezamos a dar una atención con muchas más facilidades, confort para todos los pasajeros, muchas obras adicionales, un centro de mantenimiento para combustible, una terminal de carga, un centro logístico, cambiamos totalmente la pista de aterrizaje, la calle de rodaje e incorporamos nuevos y mejores equipos y especialmente, lo más importante, personal capacitado que siempre tratamos de dar una atención con calidad, con seguridad y calidez a todos los usuarios de Guayaquil, Ecuador y el mundo que nos visita.
En cuestión de pasajeros, ¿qué tanto aumentó el flujo de usuarios?
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En 2004, teníamos aproximadamente 2,2 millones de pasajeros al año y esto siguió creciendo mucho los primeros años, y llegamos al 2011 a tener 3,9 millones de pasajeros al año. Posteriormente, del 2011 fueron manteniéndose, disminuyendo, sin un crecimiento sostenido hasta el año 2019. En 2019 llegamos nuevamente a tener 3,9 millones de pasajeros y luego vino la pandemia. Pero ahora estamos recuperados de pandemia, el 2023 ya tuvimos 4,2 millones de pasajeros y en este año pensamos tener un poco menos de pasajeros. Durante estos 20 años, hemos tenido aproximadamente más de 1,5 millones de vuelos que hemos recibido y más de 70 millones de pasajeros han sido recibidos en nuestras instalaciones de salida, arribo y de tránsito.
Frente a las estadísticas del 2019 y época de pandemia, ¿cómo está la operación de pasajeros?
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Ya recuperamos. En el 2019 teníamos 3,9 millones, durante la pandemia bajamos a 1,2 millones, una caída muy drástica de lo que estaba ocurriendo, pero ahora nos recuperamos en 2023 y terminamos con 4,2 millones, es decir, superamos los niveles de la pandemia.
Para fines del 2024, ¿qué se espera?
La cantidad de pasajeros en vuelos domésticos se ha disminuido, tuvimos un problema el año pasado con la salida de la aerolínea Equair, estuvo volando muy bien, no sabemos las razones por las que dejó de volar, pero la falta de esa aerolínea ha hecho que la cantidad de pasajeros en vuelos domésticos disminuya en aproximadamente 18 %, esto nos afecta directamente al crecimiento de pasajeros porque a pesar de eso en el primer semestre de este año, en conjunto total de pasajeros nacionales e internacionales, tenemos aproximadamente un 3 % más que el año 2023 en el mismo periodo. Estimamos llegar a fines de año a 4,3 millones de pasajeros, aproximadamente, que de todas maneras es un crecimiento, aunque no es el esperado, pero crecimiento pequeño.
En estos 20 años, ¿qué logros han alcanzado en conectividad?
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Lo que hemos tenido en este tiempo es una mayor demanda de pasajeros hacia dos sectores en el mundo importantes para nosotros desde Guayaquil, en materia de aviación: los Estados Unidos, con Nueva York especialmente, y con Florida; y en Europa: Madrid y Barcelona son los centros importantes donde va nuestro tráfico. Y en tercero, el tráfico que se genera en Latinoamérica, en Sudamérica o Centroamérica.
¿Hay planes para incorporar nuevas rutas?
Sí, Avianca ha anunciado nueva ruta, con vuelo directo, de Guayaquil a Buenos Aires, todavía no nos han dicho fecha exacta, pero será en octubre. También la misma aerolínea va a reanudar vuelos, que ya estuvo haciendo el año pasado, a Medellín y Cartagena.
¿Otros que están en temas de permisos?
Por ahora no hay nada muy pronto, pero Jetsmart, que es una compañía chilena de bajo costo, ya está en trámites en el Consejo de Aviación Civil para calificarse como aerolínea nacional, quiere calificarse para vuelos domésticos, pero consideramos que vendrán a fin de año o el próximo año a la operación dentro del Ecuador.
De repente, ¿aumentarán vuelos nacionales?
Sí, precisamente vendría esta aerolínea a llenar ese vacío de vuelos nacionales, lo que necesitamos es una aerolínea que llene el vacío de Equair.
En estos primeros meses del año, por diversos eventos externos, incluso la seguridad, ¿cómo ha golpeado a las operaciones?
Creo que ha disminuido igual que en toda la economía, no hemos tenido el crecimiento que podríamos haber esperado, la inseguridad afecta mucho, el pasajero internacional especialmente que viene de Europa, Estados Unidos, no se siente seguro cuando viene a Guayaquil, al Ecuador, pero de todas maneras la cantidad de pasajeros en vuelos internacionales se ha incrementado, aunque ligeramente. El pasajero nacional ha disminuido en una proporción del 18 %.
Pese a ese incremento de pasajeros, hace poco se decía que Jetblue dejaría de operar en Guayaquil, ¿el tema de seguridad afectó el tema de frecuencias?
No, las aerolíneas de Estados Unidos tienen un problema importante que sobrepasa la parte económica y la parte de los mercados, es que la pandemia les afectó mucho en temas de aeronaves, tripulaciones y apoyo en tierra, mecánicos, apoyo administrativo. Durante la pandemia, las aerolíneas de EE. UU. tuvieron que hacer despidos masivos y muchas de las órdenes de compra de aviones quedaron suspendidas y ahora están retomando. Entonces, en muchas ocasiones lo que ocurre con las aerolíneas, especialmente de EE. UU., es que tienen que priorizar a dónde volar con los aviones disponibles, entonces, probablemente eso haga que en algún momento tomen alguna decisión de dejar de volar temporalmente o no en varios de los destinos.
Las aerolíneas estadounidenses ¿suelen ir con buena ocupación, sabemos que Jetblue dejaría de operar, les han dicho por qué?
No, no dejará de operar, lo que va a hacer serán vuelos estacionales, cuando durante el año hay picos de demanda. A ellos no les resulta atractivo mantener los aviones cuando no van llenos, que son las épocas donde no hay mucho tráfico; entonces lo que están pidiendo al Consejo de Aviación Civil, el ente regulador, y Aviación Civil es hacer vuelos estacionales, es decir que durante el año van a operar algunos meses y otros no. Todavía no sabemos formalmente, no tengo información, he conversado con directivos, pero no tengo información formal para hacerles conocer, eso tienen que hacerles conocer ellos.
De la época de pandemia hubo una compensación que pidieron a la Autoridad Aeroportuaria de Guayaquil (AAG), ¿se ha tenido que repetir?
No, en la pandemia fue un problema de fuerza mayor, fortuito, que logramos salir bien. Si tenemos ahora una cosa todo está en el contrato de concesión, cumplimos estrictamente lo que está en el contrato, no tenemos ningún problema con el cumplimiento de nuestras obligaciones.
Ustedes tienen la concesión hasta 2031, ¿Tagsa sigue en pie con la idea de también administrar el nuevo aeropuerto, de trabajar en su construcción?
Por supuesto, la empresa que represento, Tagsa, está interesada en hacer una oferta por la concesión del nuevo aeropuerto, y como en el contrato de concesión se establece nosotros tenemos el derecho a tener la primera oferta. Estamos trabajando en eso para cuando el Municipio tome la decisión de abrir un proceso, porque no es de un momento a otro, ellos conozco que están trabajando, tienen planes, estudios realizados y cuando llegue el momento oportuno la AAG da a conocer los detalles y sí puedo afirmar como terminal aeroportuario que estamos interesados en hacer una oferta.
¿En qué etapa están actualmente, ya tienen lista una propuesta?
Tenemos bastante avanzado un proyecto que podríamos presentar, pero depende de términos y condiciones que pongan el Municipio y la AAG para nosotros terminar la oferta.
¿En este aeropuerto aún hay obras civiles pendientes?
Permanentemente hacemos obras pequeñas para dar mantenimiento y nivel de confort y el servicio se mantenga, pero nosotros hemos cumplido todas las obligaciones que teníamos en el contrato de concesión, todas las inversiones que teníamos que hacer ya las hicimos. El aeropuerto puede estar sin ningún problema hasta el 2031, sin embargo, cada día seguimos mirando qué hace falta para ir haciendo mejoras.
Entre esas obras clave aquí, ¿cuáles han sido las principales?
Ninguna obra en particular, pero nosotros estamos trabajando en incorporar inteligencia artificial a lo que tenemos para seguir en proceso de tecnológico, necesitamos mantener la tecnología porque varía permanentemente. Todo lo que mira aquí está dado por una parte tecnológica.
¿Qué haría lo de IA, cómo para qué procesos?
En el área de chequeos necesitamos, por ejemplo, mejorar en algún momento en coordinación con Migración para que haya reconocimiento fácil, estamos trabajando para que también las autoridades tengan acceso a las cámaras que tenemos en el aeropuerto, y todo esto para en conjunto trabajar especialmente en el área de seguridad y servicio de facilitación a pasajeros. (...) Todavía no tenemos un proyecto exactamente, estamos haciendo análisis. (I)
