La oleada de casos de resfriado común en Guayaquil, e incluso variantes del COVID-19, ha derivado en que las personas adquieran más suplementos con vitamina C y busquen opciones para fortalecer el sistema inmunológico.

Algunos han optado por comprar las marcas tradicionales, otros se inclinan por productos naturales que cumplan la misma función.

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Por la demanda, las farmacias han optado por exhibir en vitrinas las opciones para los clientes.

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Hay alternativas desde $ 5 (por caja) en el caso de las vitaminas y de hasta $ 25 en pastillas o jarabes para elevar las defensas.

A las farmacias ubicadas en la calle Alejo Lascano, centro de Guayaquil, llegaron el fin de semana anterior usuarios con y sin receta para comprar estos productos que han tenido una alta demanda en los últimos tres meses.

Dependientes de los locales afirmaron que a diario llegan a vender entre 10 y 20 cajas de vitaminas masticables (cada una con doce unidades), hasta 30 cajas de tabletas efervescentes y gotas, jarabes y pastillas especiales para el fortalecimiento inmunológico.

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Familias optan por comprar tratamientos completos para protegerse de las enfermedades respiratorias. Foto: Ronald Cedeño

Gloria Morocho fue una de las personas que llegaron con receta en mano a una de las farmacias de este sector. En los últimos tres meses ha contraído gripe al menos cuatro veces.

La mujer relató que la enfermedad la ha adquirido por su trabajo, pues ella recorre diferentes sectores del suburbio vendiendo productos por catálogo y en más de una ocasión ha estado rodeada de personas con alguna enfermedad respiratoria contagiosa.

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“Yo quedé débil de las defensas desde que tuve cáncer, yo antes tomaba esos suplementos que son para factor de transferencia o de inmunidad, pero por falta de dinero los dejé y ahora me enfermo cada vez y cuando”, comentó.

A Morocho, quien se atendió con un médico particular, le recetaron antibióticos por una infección de garganta y tabletas efervescentes de vitamina C.

“Me mandan solo para un mes las vitaminas, pero voy a comprar para unos tres meses y también para mi esposo y mi hija que vive conmigo”, dijo.

Otro de los clientes que llegaron a comprar este tipo de suplementos fue el taxista Germán Arias.

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En su caso, él no se ha enfermado en los últimos meses, pero por precaución quiere tener a la mano, dentro de su vehículo, vitaminas que le recomendaron varios compañeros.

El viernes pasado, él tenía previsto comprar una caja de vitamina C masticable.

“Soy taxista y siempre voy a tener que estar expuesto. Yo ahora paso con mascarilla, pero mejor es tener ahí cualquier vitamina para protegerse”, contó.

La trabajadora de una de las farmacias de la calle Alejo Lascano y Ximena mencionó que lo que ha visto en los últimos tres meses es que si una persona dentro de un grupo familiar se enferma, la persona que llega a adquirir la receta compra vitaminas o suplementos para el resto de los integrantes.

También ha observado que dueños de empresas compran vitaminas para sus empleados.

“Aquí vienen mucho a pedir recomendaciones de qué mandan los doctores para protegerse de la gripe. Una receta se puede convertir en un listado largo de vitaminas para personas de diferentes edades”, dijo.

En Guayaquil ha existido un repunte de contagios de enfermedades respiratorias.

En el Hospital Bicentenario, por ejemplo, la rinofaringitis aguda (resfriado común) es una de las enfermedades que más se atienden.

En junio, los pacientes atendidos con este cuadro fueron 211, mientras que en julio subieron a 416 las personas con la misma sintomatología.

Durante los últimos dos meses otras enfermedades recurrentes fueron infección aguda de las vías respiratorias con 168 atenciones y rinitis (alergia no especificada) 142.

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Las recomendaciones para reducir el riesgo de contagio son lavarse las manos, facilitar la ventilación natural en el hogar, usar mascarilla en lugares cerrados, evitar tocar la mascarilla y reemplazarla cada cuatro horas.

Alberto Solórzano junto con su esposa, Claudia, padecieron de una rinofaringitis aguda a inicios de julio. Ellos tienen dos hijos, de 4 y 2 años, a quienes contagiaron en esos días.

“Ya estuvimos en cama y mis hijos también. Ya pasamos por una fuerte y gripe y de verdad que no queremos volver a estar así”, dijo el padre de familia, quien tenía previsto comprar vitamina C para él, su esposa e hijos. (I)