Alberto Medina tiene 65 años y vive en el centro de Guayaquil. Él es un paciente jubilado diagnosticado con ansiedad.

Estuvo más de tres días sin tomar su medicina: clonazepam, porque se le perdió la receta que le dieron en un hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Y por más que peregrinó en varias farmacias, no le vendieron.

El gobernador del Guayas, Lorenzo Calvas, anunció que se realizará el control de la venta de clonazepam debido a que los jóvenes están consumiéndola para cumplir con un reto viral en redes sociales y han resultado afectados de salud.

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Este control lo prevén ejecutar con la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa).

Este Diario denunció que algunos jóvenes fueron detectados con estragos por consumir este medicamento para participar de este reto viral en redes sociales.

‘Mi hijo durmió 14 horas, pasaba somnoliento y hasta vomitó': niños y jóvenes en Guayaquil afectados por consumir clonazepam para cumplir reto viral en redes sociales

Desde este anuncio de control de las autoridades, hay farmacias que solo expenden el medicamento con receta especial. Pero igualmente existen personas que venden el fármaco libremente en calles, módulos de la Bahía y pequeñas boticas.

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Lorena Medina, moradora del sur de la ciudad, comentó que su tío no pudo comprar el medicamento ya que se perdió su receta y todo está restringido.

“Él sin eso no puede dormir, es una desesperación, una tortura y por más que mi hija trabaja en una farmacia, hablamos con la jefa, y no pudieron vendernos sin receta. Tanto fue que lo vimos mal que tuvimos que ir al centro a buscarle”, expresó.

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Ella refirió que consiguieron las pastillas en unos módulos de la Bahía a $ 2 el blíster de 10 comprimidos. “Menos mal son baratas porque él no trabaja, solo vive con la mamá”, manifestó.

Médicos indicaron que este es el formato de la receta para adquirir la clonazepam. Foto: Cortesía.

Mientras, Raisa Martínez, moradora de Sauces, comentó que su papá sí tenía la receta por el diagnóstico de alzheimer, pero no se la querían vender por temor a las clausuras.

“Me quedaban viendo con cara de que consumía droga, como si era para mí. Yo les mostraba la receta y pensaban que la había falsificado, tenían miedo ingresarla”, contó la mujer.

Y añadió que también optó por ir a conseguir el medicamento donde una persona que lo vende en el sector distribuidores farmacéuticos, sin receta, en el centro de la urbe.

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En tanto, en algunas farmacias, trabajadores dijeron que se les obliga a que pasen el reporte al químico de la farmacia sobre el número de pastillas psicotrópicas que se venden, porque eso lo verifica Arcsa.

En las cadenas de farmacias no se compra el fármaco sin receta.

Las recetas para comprar clonazepam están emitidas por Arcsa.

Son una especie de formulario donde se registra la fecha, ciudad, apellidos y nombres completos del paciente. También datos como el número de cédula, nombre del establecimiento de salud, del medicamento, forma farmaceutica y concentración. (I)