Durante casi tres semanas cientos de buses que antes pasaban por la calle Esmeraldas ahora circulaban por Carchi, una de las rutas alternas establecidas por la Autoridad de Tránsito y Movilidad (ATM) para evitar que los vehículos de pasajeros pasen cerca del edificio Fantasía.

Esto debido a una peligrosa inclinación que presenta la estructura de catorce pisos que está siendo apuntalada.

Son ocho líneas de buses que ahora circulan por la calle Carchi, en sentido sur-norte, luego se de ser desviados por Aguirre.

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En ese vecindario los vecinos ya se quejan, señalan que una tubería ubicada fuera de la casa parroquial de la iglesia San Juan Bosco ha explotado días atrás.

Esto fue detectado por el párroco Ronald Francis, quien notó que el piso de adoquines permanecía húmedo.

Cuando se acercó al medidor vio que algo estaba quebrado e imaginó que habían tratado de robar el equipo, pero dice que cuando llegaron los técnicos le informaron que había explotado una tubería y que van a volver la próxima semana para hacer una excavación y soldar la tubería afectada.

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Una tubería explotó en las calles Carchi y Aguirre, afuera de la casa parroquial de la iglesia San Juan Bosco. Foto Carlos Barros/El Universo. Foto: El Universo

Pero el padre Francis señala que no solo el problema está en el sistema de agua potable, sino que la iglesia y la casa parroquial presentan nuevas grietas.

Él presume que esto se da por la vibración constante de los cientos de buses que ahora pasan por ahí, lo mismo que habría acelerado la inclinación del edificio Fantasía.

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La iglesia fue construida en 1959 y la casa parroquial recién en 2011, pero ambas edificaciones tendrían grietas que aseguran los feligreses se estarían formando en las últimas semanas. Incluso asegura que la loseta del campanario está debilitada, por lo que ya no suben.

El padre Francis señala que la parroquia San Juan Bosco presenta nuevas grietas supuestamente por el paso de los buses. Foto Carlos Barros/El Universo. Foto: El Universo

Gustavo Rivadeneira, dirigente barrial de la zona, señala que serían al menos 250 buses que ahora pasan por ese sector.

Dice que esa calle está asfaltada y que no sería de concreto, por eso cree que esa vía terminará en muy malas condiciones si sigue siendo la ruta alterna de los micros que cruzan la ciudad de sur a norte.

El padre Francis y Rivadeneira pide a la ATM evaluar la situación y que los vehículos de transporte sean desviados hasta la avenida Quito, vía que dicen sí aguantaría ese intenso tráfico.

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Buses desviados por dos rutas

Un total de 18 líneas de buses de transporte público que transitaban por la calle Esmeraldas se desvían a la altura de las calles Aguirre y Clemente Ballén.

Las unidades de las líneas 13, 64, 94, 98, 107, 117, 128 y 129 serán desviadas en Esmeraldas y Aguirre para que sigan al norte a través de las calles Carchi, Alejo Lascano y finalmente sigan a la av. Delta.

A su vez, los buses de las líneas 27, 35, 37, 42, 46, 62, 63, 90, 119 y 155 deberán tomar la calle Clemente Ballén, García Moreno, Quisquís y nuevamente retornan a Esmeraldas, para seguir al norte. (I)