En diversos sectores de Guayaquil, los cortes programados de energía eléctrica golpean las actividades comerciales sobre todo de servicios y oferta de comida.

Desde este martes, el país convive con un nuevo periodo de cortes programados con franjas horarias.

En el casco céntrico, en el interior de locales, esta mañana, trabajadores se mantenían a oscuras y con intenso calor por la falta de ventilación. Algunos trataban de salir hasta la acera o agitaron toallas para librarse del ambiente sofocante.

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En un local de venta de sanduches de chancho y desayunos, en el cruce de Rumichaca y Aguirre, Ramiro Cordero, trabajador del local, dijo que registraba la caída del 50% de ventas, ya que muchos clientes que optaban por ingresar al local a consumir alimentos no lo habían hecho debido a las condiciones.

En este local no tuvieron luz de 09:00 a 12:00, considerada una franja de hora pico para el movimiento de ventas de sus productos, contó el comerciante.

Locales afectados con venta de comida en el centro. Foto: Ronald Cedeño

Sobre los sanduches de jugo, hasta las 10:30, el había vendido apenas 20 de las 50 unidades que suele expender cada mañana.

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En su local, así como en otros establecimientos, la atención se mantenía a oscuras y con un ambiente caluroso puesto que el extracto de olores estaba apagado y reingresaba al local para evacuarse por el mismo local hasta el acceso principal.

“La gente entra, ve oscuro y se va por el calor, aquí estaría lleno a esta hora, ahorita no hubiera nada (de comida)”, dijo el hombre quien ya tuvo una primera afectación con un corte imprevisto la tarde del lunes anterior.

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Como medida urgente, para tratar de mantener las bebidas naturales de jugo, este hombre debió comprar hielo para que los líquidos jugos se mantenga a una temperatura ideal.

“Dios quiera que terminen estos cortes, sin luz es como si no estuviera prendido el sol”, dijo él.

En otro local, en Chimborazo y Aguirre, trabajadores usaban velas para seguir la elaboración de 40 almuerzos que esperaban vender desde el mediodía y tarde de este martes. Desde las 08:30 que abrió el local se mantenía sin servicio hasta pasadas las 11:00, sin embargo, en esta zona se había programado el corte desde las 09:00.

Ella tenía la esperanza que retorne la luz hasta esa hora de almuerzo y pueda mejorar las ventas.

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En esta jornada, en la mañana, ella apenas vendió dos de las 25 empanadas elaboradas y cero de los cinco desayunos que acostumbra a ofrecer a oficinistas de la zona. Incluso llegó un cliente, pero se retiró por el intenso calor.

Por ahora, en ese local, no ofrecía jugos por la falta de luz para licurar los frutos.

“Nos perjudica a quienes vivimos del diario, esto perjudica no me parece que se vaya en la mañana, mejor que lo hagan en la tarde”, dijo esta trabajadora, quien auguró que

En una ferretería de la calle Aguiree y Rumichaca se evidenció un intenso trajín de generadores eléctricos.

En una óptica, ubicada en Aguirre y García Avilés, la administradora Laura Martínez calculó una baja del 25 a 50% del trajín de clientes.

Ellos buscaban mantener la atención con el uso de un generador electrico que habían comprado en el anterior periodo de cortes. Con este aparato buscaban para mantener la atencion en un consultorio y aparatos usados de exámenes visuales para sus clientes.

No obstante, en el pasillo central, los dependientes seguían dando asesoría a los clientes sobre opciones de anteojos en medio de un ambiente con escasa iluminación debido a la suspensión del servicio.

“Con los cortes, las ventas bajan porque la gente cree que no van a encontrar atencion y la gente se incomoda, nos cuesta más mostrar armazones a los pacientes, es más complicado”, dijo ella.

En algunas calles del centro de la urbez agentes de tránsito se ubicaron para coordinar el paso vehicular. En otros cruces, como av. 9 de Octubre y Rumichaca, no hubo vigilantes y el paso se daba de manera desordenada.

En el norte, en la av. Joaquin Orrantia, en locales comerciales de un reconocido hotel se mantenía la atención con los focos y equipos electrónicos encendidos, aunque la climatización estaba apagada y se mantenían las puertas abiertas.

En un centro comercial, vecino de este sitio de hospedaje, se daba atención regular.

Entre usuarios también se replicaron las quejas por cortes que no coincidían con los horarios informados por la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL).

Un morador de Lomas de Urdesa apuntó que en su zona estaba prevista la suspensión de 06:00 a 09:00, pero ocurrió de 08:00 a 11:00. (I)