Unos 13 estudiantes con complicaciones respiratorias llegaron antes del mediodía de este miércoles, 3 de julio, al dispensario médico del colegio Almirante Loor Thomas, ubicado en Mapasingue, en el norte de Guayaquil.
Desde inicial hasta bachillerato, los estudiantes presentaron males de garganta, tos, malestar corporal y algunos fiebre.
Esta situación de estudiantes con gripe y síntomas de otros virus respiratorios se repite en otros planteles de Guayaquil y ha generado un contagio en cadena tanto a profesores como a las familias, explican médicos.
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El Ministerio de Salud Pública (MSP) informó que existe un incremento de casos respiratorios a nivel nacional con más de 766 casos de infecciones respiratorias agudas graves (IRAG) que lidera el virus sincitial respiratorio (VSR), influenza B A/H3N2, y SARS-CoV-2, a nivel nacional.
El doctor Rafael Saavedra, vocero médico del dispensario del colegio Almirante Loor Thomas, explicó que solo en esta semana, entre lunes, 1 de julio, y martes, 2, hubo 37 estudiantes con síntomas respiratorios.
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Por aquella situación se ha enviado un comunicado a las familias para que a los estudiantes los envíen con mascarilla para evitar nuevos contagios.
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Él manifestó que otro problema es que en casa no hay prevención. “Toman muchas bebidas heladas, chocolates, y eso genera más complicación cuando se está congestionado”, alertó.
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Norma, representante de una alumna de un colegio del norte de la urbe, explicó que la llamaron del dispensario para pedirle que retire a su hija porque estaba con fiebre.
“Me llamaron a decirme que tenía fiebre, en la mañana no estaba así, estaba bien. La fui a retirar y me dijeron que varios niños estaban con gripe, que la lleve a casa, estuvo mal ese primer día, empezó con bastante moco, tos leve, dolor de garganta. Al día siguiente me decía: mami, no puedo respirar. Tenía tanto moco y tos que sentía que se ahogaba”, recordó la mujer.
Ella comentó que acudió a un médico privado para que le envíe medicación en este problema viral.
A su vez, médicos comentaron que la asistencia de niños muy enfermos a las escuelas resulta en un problema.
Saavedra comentó que los menores no pueden ir enfermos ni medicados a clases ya que no van a tener la misma atención debido a su complicación de salud, que en ese momento se llama a los representantes para que los retiren.
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“Es mejor que el menor falte a clases para que se recupere del todo. Si está tomando medicamentos, algunos provocan sueño y eso hace que estén desanimados, tristes, decaídos y es por gusto que estén así”, comentó.
Agregó que se toman todas las medidas de bioseguridad para mantener controlados los casos y evitar nuevos contagios.
En dispensarios de empresas en Guayaquil también se evidencia un incremento de casos respiratorios tanto por virus como por bacterias o incluso ambas.
En una compañía del sur de la ciudad llegaron diez colaboradores con tos y malestar en la garganta; a los más graves les dieron permiso médico. (I)
