Ya sea porque viajan a cursar estudios de cuarto nivel o por trabajar en el exterior, varios jóvenes de un promedio de 30 años de edad han acudido a las diferentes notarías de Guayaquil en busca de solicitar algún tipo de poder para que sus padres u otros familiares los representen en el país en caso de tener que cumplir con algún trámite o procedimiento administrativo o de otra índole.