A un chofer le atravesaron un palo de madera con clavos para causarle daños y perforaciones en las llantas de su expreso escolar, cuando iniciaba su recorrido en el suburbio de Guayaquil. El conductor se percató de que se trataba de una acción para intentar asaltarlo, por lo que arrancó la marcha para poner a buen recaudo y regresar a su punto de origen.

“Se hizo completamente pedazos las llantas, llegaron en aro, así no se puede entrar definitivamente”, comentó el chofer, que desde esa experiencia convive con temor durante sus recorridos.

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A otro colega, en cambio, le rompieron los vidrios por el lanzamiento de piedras de parte de antisociales que pretendían detener la marcha de su expreso para robarle en otra calle del Guasmo.

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Estas experiencias y otras de actos delictivos, incluso de secuestros, han motivado que ciertos conductores busquen evitar ciertas zonas, modifiquen sus recorridos y hasta eviten brindar servicios a colegiales.

En el año anterior hubo 500 alertas de incidentes de seguridad, en su mayoría se concentraron en Guayaquil.

Por estos problemas, algunos choferes desisten de ingresar a zonas conflictivas, como Socio Vivienda, Monte Sinaí, Guasmos, Trinitaria, suburbio, áreas de la vía Perimetral, y otras barrios populares del norte y sur.

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Ramiro Peralta, un chofer de expreso escolar, contó que a esas zonas ya no ofrece servicios de expreso y que desde este año desistió de moverse con alumnos de planteles, puesto que se les exige ir de puerta en puerta para recogerlos o dejarlos.

En estos traslados, al internarse por vías angostas, en ocasiones están más expuestos a actos delictivos, contó.

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“El carro antes tenía que entrar y dejar en la puerta y ya no lo hace por la inseguridad, no se está haciendo eso. Los papás quieren que los dejen puerta a puerta, había bastante inconvenientes, había sitios donde uno entraba, era angosto y a la salida amenazaban“, dijo el conductor.

En su caso, él ahora hace recorridos solo con trabajadores de empresas desde Durán hacia la isla Trinitaria, en las cercanías de una zona portuaria. En estas rutas solo se dirige por calles transitadas y evitar a ingresar a callejones y dejar en la puerta del hogar al colaborador.

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Un familiar de Peralta, que se movilizaba dando servicio en barrios de Durán tuvo que parar sus recorridos cuando fue amenazado. Recibió una llamada en la que le enlistaron los datos personales, e información acerca de los recorridos que cumplía. “Querían $ 500 mensual, tuvo que vender el carro y migrar, no tuvo alternativa”, dijo este familiar.

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Omar Fiallos, quien lleva tres décadas ofreciendo servicio de transporte, también se solía movilizar de Fertisa al centro hasta el año anterior. Iniciaba sus recorridos a las 05:30 en ese barrio popular, luego avanzaba a Las Malvinas y la vía Perimetral y se dirigía hacia al plantel educativo, ubicado cerca de la av. 9 de Octubre y García Moreno. En estos viajes vivió y presenció algunas novedades de robos.

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Por estos temas de seguridad, él contó que también con su unidad evita totalmente el ingreso hasta sitios interiores, como la entrada de la 8, Las Malvinas, la vía Perimetral, La Ladrillera, Socio Vivienda, entre otras.

Incluso también ha dejado de operar con alumnos, mientras de otros colegas ha conocido que tratan de recoger alumnos en vías principales en sectores conflictivos o avanzar rápido cuando recogen a personas en zonas angostas.

Ahora, únicamente, él se desplaza por vías principales de la Playita del Guasmo y la entrada de la 8 hacia Durán y además de la Florida al Guasmo para dar servicio a empleados de empresas. Por ejemplo, en el caso de la vía Perimetral, debe dejar y recoger a pasajeros en el ingreso a la Casuarina a diferencia de antes que se internaba por las calles interiores de Sinaí y otras zonas colindantes.

Para él, en la actualidad, los choferes de expresos corren mayores riesgos al circular por vías de Guayaquil. En medio del actual panorama, en meses recientes, en Monte Sinaí, un colega recogió a un grupo de trabajadores (que ya estaban con ropa regular, sin uniforme, por seguridad), pero entre ellos se filtraron antisociales que metros más adelante desvalijaron a los ocupantes del expreso y al propio conductor.

Él dijo que los sistemas de seguridad de botones de pánico y cámaras de seguridad no resultan efectivos para evitar atracos y solo quedan para registros que se viralizan en redes sociales. Por ello, él sugirió que los patrulleros circulen por calles por donde se dan los recorridos en los horarios y hasta acompañen con uniformados en zonas de alta peligrosidad.

“Estamos a la buena de Dios, sabemos que salimos, pero no sabemos si regresamos, a veces uno prefiere dejar el recorrido”, dijo.

Como medidas de seguridad, Fiallos contó que con la empresa que colaboraba se les ha compartido un curso sobre cómo actuar en caso de actos delincuenciales. Entre esas sugerencias se les ha dicho que no expongan el nombre de la empresa.

Otros choferes consultados, como Luis Tapia, expusieron que como medidas de seguridad procuran mantener contacto telefónico con los padres de familia y compartir sus ubicaciones para alertar que van llegando a recoger o dejar a los alumnos, a fin de evitar quedarse por mucho tiempo en determinada vía o calle y ser blanco de antisociales.

El dirigente Oswaldo Guamán, presidente de la Federación Nacional de Expresos Escolares, expuso que la situación de seguridad no ha mejorado en comparación con el año anterior y aún esperan acercamientos con autoridades competentes en temas de seguridad.

Él dijo que las fuerzas del orden deben intensificar la vigilancia y armar corredores de seguridad para asegurar el paso de los expresos escolares en estos sitios “delicados”, como Monte Sinaí, entrada de la 8, e incluso otros que también han tenido asaltos como Samanes y la Alborada,

“Si cumplo con la revisión técnica vehicular, si cumplo con la ley, el Estado tiene que garantizar la seguridad, no queremos situaciones amargas como el año pasado, que exista compromiso con la autoridad”, sostuvo. (I)