Familias y amigos tienen su propio mundial con futbolín humano en el Policentro

Fabrizia Vinueza, de 48 años, y sus dos hijos, Gabriela, de 18, y Mario, de 12 años, vivieron minutos de emoción y diversión mientras defendían sus áreas respectivas y pateaban el balón en un intento de gol de sus equipos.

Mamá e hijo defendían el color amarillo, mientras Gabriela, la mayor, el azul. Con sus manos en las barras metálicas y sujetados con un cinturón hacían malabares con los pies para que los equipos que se formaron en el momento pudieran anotar y ganar en el futbolín humano.

Tras 10 minutos de partido hubo vencedor: el equipo azul, donde estaba Gabriela.

“Pasamos un momento de entretenimiento, en familia”, comentó Fabrizia al final de la jornada. “Entré en el último momento, nos divertimos bastante”, dijo Gabriela, quien inscribió su nombre entre los ganadores del día para participar en un sorteo de $ 700 en compras que se realizará este 26 de septiembre en el Policentro, el primer centro comercial que tuvo Guayaquil.

“No me puedo ir, estoy picado, quiero revancha”, repetía uno de los jugadores del equipo azul, la tarde del sábado 17 de septiembre.

Y no fue el único que volvió a jugar. Susana López, de 29 años; su esposo, Josh Jara, y su suegro, Gonzalo Jara, regresaron a la cancha para un nuevo encuentro deportivo. Esta vez les tocó defender el color rojo junto a otros cuatro participantes, que jugaron por 10 minutos contra el equipo de color verde. Al final, ganaron la partida.

“Vinimos en familia para pasear, divertirnos y también para tratar de ganar algo”, expresó con una enorme sonrisa Susana, del sur de Guayaquil, quien fue también con su mamá. Ella jugó solo en el primer partido, en el segundo les hacía barra, al igual que decenas de asistentes que se congregaron en una zona dispuesta para aquello, en el parqueadero de la puerta principal de ingreso a este centro comercial.

Carolina Mantuano, de 34 años, llegó con su familia desde el cantón Milagro. Visitaron el Policentro para realizar una actividad bancaria y para degustar una comida y unos postres. En el lugar se enteraron de esta actividad y salieron hasta la zona del parqueadero para participar.

“Inicialmente pensamos que era el futbolín normal. No nos imaginamos que era con jugadores reales”, dijo Carolina.

Ella, su esposo, Mentor Núñez, de 42 años, y sus hijos, Stefanie, de 21, Steven, de 16, y Mentor, de 13 años, entraron a la cancha vestidos con camiseta de color amarillo. Dos niños más se unieron a su equipo. Ya en la jugada, su esposo, que hacía de arquero, metió un gol de arco a arco. Y uno de los niños a los que conocieron en el momento se convirtió en el goleador de ese partido. Al final vencieron por 6 goles al equipo de color azul que marcó un tanto.

El goleador ganó un balón de fútbol al igual que la familia Núñez Mantuano.

Cascaritas, pegadas del balón en el palo del arco, y destrezas para dominar la pelota y también para defender el área se ven de 15:00 a 19:00 los fines de semana en este futbolín humano. La actividad continuará solo hasta el sábado 24 y domingo 25 de septiembre.

Paola Jaramillo, asistente de Marketing del Policentro, contó que la iniciativa de este futbolín humano, llamado Polifutbolín, surgió por las vísperas del Mundial del Fútbol para que los hinchas del Policentro vivieran también la emoción del juego, mientras comparten momentos amenos.

¿Quiénes pueden participar en el Polifutbolín?

Todas las personas, niños y adultos. Para inscribirse solo necesitan una factura de consumo o compra de $ 5 individualmente. O también se puede inscribir a todo el equipo de 7 personas con una factura de $ 35.

Juegan dos equipos, cada uno de 7 jugadores. Pueden participar grupos de familia y amigos. O el equipo se forma en el momento con las personas que van llegando.

¿Qué pasa con los ganadores?

Quienes triunfan en cada partido entran a participar en un sorteo por $ 700 (llamados polidólares) en compras en cualquiera de los locales o islas del Policentro.

¿Cómo se inscriben?

Jaramillo cuenta que las personas se pueden inscribir durante toda la semana en los puntos de canje del Policentro o en el mismo día del juego se acercan a la mesa de inscripción y se anotan para jugar en el momento o en un determinado horario.

Esta actividad comenzó el sábado 3 de septiembre, de 15:00 a 19:00. Y se repite este domingo 18, en el mismo horario (el último equipo en entrar a la cancha lo hace a las 18:40), así como el siguiente fin de semana, antes del sorteo final que será este 26 de septiembre.

Durante este tiempo, Jaramillo menciona que quienes más han participado son los niños con sus padres. Ellos se divierten al máximo durante los 10 minutos que dura cada encuentro. También han acudido grupos de amigos y colegiales. (I)