Los pequeños Daniel, de 9 años, y Johnny, de 8, tomaban un balón de fútbol mientras recibían instrucciones del guía Hugo Torres en la primera clase del vacacional de fútbol que se ofrece en una cancha sintética en la sede de la fundación Huancavilca, en el Guasmo, en el sur de Guayaquil.
La madre de ambos infantes, Lissette Salazar, moradora del Guasmo norte, estuvo entre los primeros asistentes al inicio del curso. Ella les tomó fotos a los infantes, quienes se mostraron contentos de participar del vacacional.
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En este periodo de vacaciones, la fundación Huancavilca cuenta con una serie de opciones que ofrece para este periodo de vacaciones, para niños y jóvenes desde los 2 hasta los 18 años, divididos por grupos de edad.
A su vez, Salazar dijo que con la práctica del deporte se mantienen en un entorno sano y alejados de aparatos electrónicos. En el ámbito económico, también remarcó que esta opción le resultaba más económica y cercana a su hogar.
“Es importante el vacacional porque ahora hay tanta cosa en la calle y tantas cosas en la televisión, asimismo en internet y en las redes salen cosas que para ellos no es adecuado. Esto es algo muy positivo porque ven en el deporte una actividad ocupacional y se van a divertir”, dijo esta madre.
En este tiempo de vacaciones, en el resto del día, ella procura que sus hijos refuercen conocimientos en matemáticas, lectura, dibujo. “Yo misma les hago estudiar lo que ya aprendieron el año anterior y lo que tendrán ahora en el siguiente”, expuso.
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La creación de huertos, el aprendizaje del manejo de un instrumento musical y prácticas para mejorar la dicción y la expresión corporal, además de la práctica de deportes, son otras de las opciones que pueden desarrollar los niños, niñas y adolescentes involucrados en los cursos vacacionales que se ofrecen en las sedes del Guasmo y Nueva Prosperina.
Los talleres de música, teatro, dibujo y pintura también tienen su espacio con clases que permiten a los niños y niñas conocer sobre el manejo de instrumentos, como violín, piano, guitarra, batería, flauta traversa, violoncelo. En el ámbito de actuación también hay clases de teatro, se imparten técnicas de desinhibición, dicción, modulación y pronunciación.
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Además, en esta fundación, en convenio con el centro artístico de Yessenea Mendoza, se imparte un curso destinado a la danza con ritmos de ballet, jazz, lírico, hiphop, entre otros, para niños y jóvenes de los 6 a 18 años.
La entidad sin fines de lucro tiene estas opciones para marzo y abril, en la mañana y tarde, con opciones de sábados intensivos. Estos talleres parten desde los $ 30.
En el curso de primera infancia, dictado a niños de 2 a 5 años de edad, se ofrecen conocimientos de minichef, experimentos, huertos y pintura. Estos talleres para infantes se implementan por primera vez.
A este curso asiste Joyce Anchundia con Mailks, de 2 años y cinco meses. Ella dijo que buscó incluir a su hijo en ese curso por recomendación de una especialista, para se integre con otros menores.
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En la primera semana del curso, ella contó que pudieron conocer sobre texturas y colores a través del contacto con varios productos, como maicena y fideos.
“Es excelente porque así ayudamos a que tengan un avance para el futuro, hoy en día como estamos en tantas situaciones. Hay niños que como han tenido clases en línea no es lo mismo que lo presencial, entonces tienen vacíos, el vacacional les ayuda bastante”, dijo esta madre.
La directora de esta fundación, Alexandra Molinero, expuso que con estos cursos se pretende apartar de riesgos a menores en estos sectores vulnerables. Por medio del arte y deporte se les transmite desarrollo social, valores humanos y se los motiva al progreso personal desde su primera infancia.
“Nosotros en los vacacionales es la forma o mecanismo que implementamos para poder captar nuevos niños y niñas, para que luego puedan pasar a escuelas de formación en arte y deporte”, dijo la directora y agregó que siendo parte de estos grupos se involucran en otras actividades sociales.
En el ámbito psicológico, esta fundación también aborda a las familias para asegurarse de que estos infantes o esta familia estén en buenas condiciones y convivan en un entorno libre de violencia.
“Cuando no tenemos auspiciantes cobramos un mínimo mensual, el servicio es de calidad con calidez, trabajamos con comité de madres y padres de familia, involucramos a todas las familias”, remarcó Molinero.
En tanto, a los adolescentes y adultos también se les ofrecen talleres que se suelen encontrar en otras fechas del año, como panadería y pastelería, electricidad domiciliaria, electricidad automotriz y reparación de electrodomésticos. (I)
