La educación dignifica y es la manera de dar a otros una oportunidad de superación a la que muchas veces, por sus escasos recursos económicos, no pueden acceder. Esa es la filosofía de la fundación Niños con Futuro, una institución guayaquileña que beneficia a 482 niños de entre 5 y 18 años con becas de estudio de primero de básica a tercer año de bachillerato.

La organización cumple este jueves 25 años de labores. En 1996, Lillianne Enz de Wrigth, junto con el sacerdote José Pepe Gómez, párroco de la iglesia Cristo Liberador, en la Ferroviaria, empezaron a atender a niños y adolescentes de los sectores de San Pedro, Sol Naciente, Nueva Esperanza y Santa María de las Lomas que estaban en situación de riesgo.

Los menores pasaban en la calle la mayor parte del tiempo sin realizar ninguna actividad productiva; algunos estudiaban, pero por la escasez de recursos de sus familias habían dejado la escuela; otros tenían problemas de adicción a la goma.

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“El padre Pepe Gómez hizo un estudio donde salió que la problemática de esas invasiones detrás de la Ferroviaria era que, al no tener dinero para estudiar, los chicos terminaban en la calle”, reseña Isabella Campolo, directora comercial de la fundación.

Fundación Niños con Futuro organiza cena para seguir labor

Esa labor de rescate infanto-juvenil, dice, la cumplían Lillianne Enz y el sacerdote en una cancha de usos múltiples detrás de la iglesia, donde a los chicos les daban desayuno y almuerzo; les enseñaban a leer, a escribir y a realizar actividades deportivas.

Cinco años después, en el 2001, el entonces alcalde Jaime Nebot dio en comodato un terreno municipal con la condición de que en seis meses se construyera una escuela para esos niños que eran asistidos.

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Así nació la unidad educativa Felipe Costa Von Buchwald, en honor a un amigo de la fundadora. El centro educativo tiene ya ocho promociones de bachilleres (320 graduados, de los cuales 28 han terminado la universidad).

Más de 6.000 beneficiarios han accedido a la educación a través de la labor de Niños con Futuro, incluso a becas en el Centro Ecuatoriano Norteamericano (CEN), mediante convenio.

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Guayaquil.- 25 /10/2021 Desde los años 90, la fundación Niños con Futuro ayuda a niños en situación de riesgo.  FOTO: Jorge Guzmán Foto: El Universo

“Ese gran amigo de ella fue el que la llevó a cuestionarse qué es lo que estaba haciendo ella por devolverle a la sociedad lo que Dios le había dado”, menciona Isabella Campolo.

La unidad educativa está ubicada junto a la fundación Niños con Futuro, en la cooperativa Guayaquil, avenida Juan Tanca Marengo, norte de la urbe porteña.

Allí se educan los 482 niños y jóvenes (327 familias) de sectores periféricos de la ciudad, como Monte Sinaí y La Prosperina. Reciben talleres de ebanistería, electrónica y belleza.

Por la pandemia del COVID-19 la modalidad es virtual, pero regularmente los beneficiarios tienen clases y actividades de lunes a viernes, de 07:30 a 16:00.

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El inolvidable padre Pepe Gómez Izquierdo dejó un legado de integridad

Todos son becados, y eso incluye alimentación (desayuno y almuerzo), estudios, deportes, atención psicosocial (tanto para los niños como para sus padres y representantes).

Anualmente, la beca por el periodo lectivo completo de cada beneficiario representa una inversión de $ 1.100 (incluye útiles escolares, alimentación y los demás servicios que brinda la fundación).

Isabella Campolo refiere que la fundación Niños con Futuro ha logrado reunir valores para cubrir la beca de 380 menores, en este periodo lectivo, es decir, aún les falta financiar a 100 becarios. La entidad sin fines de lucro se ayuda con donaciones de empresas y personas naturales.

“Por eso hacemos un llamado a todas las personas que, al igual que nosotros, creemos que la forma de cambiar la sociedad y el Ecuador, tener un futuro más próspero, es por medio de la educación”, exhorta ella. (I)