Katherine Lino, madre de familia, acudió a un dispensario de salud del sur de Guayaquil por un intenso dolor de cabeza y además congestionamiento en sus vías respiratorias. En una sala de espera exterior del centro de salud, ubicado en Francisco Segura, ella dijo sentirse aquejada desde hace varios días, por lo que aguardaba la mañana del lunes anterior poder tener una receta y diagnóstico de un galeno.
“Tengo días que no puedo respirar bien, vine a hacerme atender porque no aguanto la cabeza, la presión, vengo a ver qué tengo”, dijo la mujer, quien además tenía una hija aquejada con gripe.
Los malestares por infecciones respiratorias se multiplican en estos días entre la población local. Las atenciones en laboratorios y dispensarios muestran un alza por estos malestares.
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Entre los aquejados por las infecciones respiratorios hay quienes asisten a centros de salud para tener un diagnóstico claro para seguir tratamiento con especialistas. Otros siguen sus tratamientos en casa.
Evelyn Espinoza, coordinadora médica del laboratorio Segumedik, ubicado en el norte de la urbe, dijo que regularmente estas dolencias de infecciones respiratorios aumentan por el cambio de clima, con temperaturas más bajas a las acostumbradas, y asimismo las actividades familiares o sociales que se dan con acumulación de personas.
En el mes en curso tuvieron al menos 30 casos de pacientes con síntomas respiratorios, de las cuales tres dieron positivo para COVID-19 y el resto estuvieron catalogados como enfermedades respiratorias, como una gripe regular.
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Entre los pacientes contagiados recientemente, Cecilia, de 66 años, contó que acudió a un supermercado y después de unos días presentó síntomas.
En esa ocasión, en el establecimiento, ella observó a algunos usuarios con mascarillas, no lo tomó mucho en consideración hasta que presentó malestares, como gripe y congestionamiento en vías respiratorias.
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Por ello, la señora acudió de manera preventiva a un laboratorio y le diagnosticaron COVID positivo. Después acudió a recibir tratamiento dictado por una especialista, debido a un cuadro cardíaco que padece, y además se aplicó sueros de vitamina C para mantener sus defensas altas.
Después de una semana, ella ha logrado recuperarse paulatinamente.
A mediados de la semana anterior, María de Lourdes, una adolescente de 11 años, también estuvo aislada en su hogar por diversas dolencias respiratorias. Ella sintió dolor de garganta y pérdida de la voz con fiebre, luego tos con flema y finalmente congestión nasal. Una tía que habita con ella también presentó malestares parecidos, aunque más severos.
María Lourdes faltó dos días al colegio y varias de sus compañeros también tuvieron malestares. De igual manera, Cecilia, su tía, debió aguardar en cama durante un día y luego seguir un proceso de recuperación por varios días más.
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Ambas tomaron automedicación con jarabes para tos y fiebres, más vitamina C. Además, la señora procuró tomar dulcamara, analgán de 500 y vitamina C. “No nos hicimos pruebas porque creíamos que era algo viral porque todo el mundo estaba igual en el entorno”, dijo la señora, de unos 50 años.
También al finalizar la semana anterior, Miguel, trabajador de una empresa, mantuvo contacto con una compañera que tenía un cuadro gripal y se mantenía con mascarilla dentro de la oficina.
El lunes de esta semana, Miguel comenzó a percibir congestionamiento nasal, molestias en la gargantas y tos. Él consideró que al mantenerse cerca en un mismo ambiente laboral con su compañera pudo haber desencadenado en un contagio. Acudió al dispensario médico de su trabajo para que lo asistan en el tratamiento respectivo.
En junio anterior, el Cabildo porteño atendió al menos 500 casos en la red de centro médicos municipales.
Entre los casos se presentaba cuadros de rinofaringitis, infección aguda de vías respiratorias superiores, rinitis alérgica, faringitis aguda, amigdalitis, bronquitis, asma, sinusitis, neumonía y enfermedades de las vías respiratorias no identificadas.
En el último mes, en Ecuador se han presentado entre 111 a 152 casos confirmados notificados en promedio por semana, según datos abiertos del Ministerio de Salud Pública (MSP). (I)
