Un monumento en unos de los ingresos a Guayaquil destaca en medio de la vía donde se ve a dos indígenas con un niño en brazos junto a un jaguar.

Se trata una estatua para recordar la leyenda del cacique Guayas y su esposa Quil o Kil, como se ha denominado.

La historia de ambos se ubica en la llegada de los españoles a la zona que habitaban los huancavilcas y chonos. El capitán Sebastián de Benalcázar se enfrentó con los colonos para el establecimiento de la ciudad.

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Guayaquil, la ciudad costera que nació en los Andes

El relato señala que Guayas y Quil eran hábiles guerreros y lideraron las fuerzas nativas de resistencia. No obstante, luego fueron capturados. Debido a ello, el cacique ofreció a los españoles muchos tesoros escondidos a cambio de su libertad y la de la princesa.

Para cumplir la transacción, la pareja de guerreros fue llevada al Cerrito Verde, actual cerro Santa Ana. Una vez allí, Guayas pidió un cuchillo para supuestamente mover una de las piedras que tapaba la entrada del escondite de los tesoros.

La leyenda de Guayas y Quil. Foto: Christian Zurita

Una vez que fue liberado, Guayas le clavó un puñal al corazón de su amada y le provocó la muerte. Él también tomó el mismo destino y se inmoló.

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El origen del apellido Guayaquil podría estar en cacique Guayaquile

El relato indica que los cuerpos del cacique y de la princesa cayeron al río Guayas, y de allí el origen de la ciudad. Sin embargo, esto fue descartado por los historiadores, quienes detallaron que el origen del actual nombre surge por los sectores costeros donde se asentó la ciudad, que pertenecían a una zona bañada por las aguas de los ríos Daule y Amay (Babahoyo), cuyo nombre nativo era Huaillakil (Guayaquil), lugar regido por un cacique del mismo nombre. (I)