Una mujer con una libreta tomaba datos del conductor y señalaba a los pasajeros que se suban a la unidad que permanecía estacionada en la intersección de la calle Pío Montúfar y 10 de Agosto, en el centro de Guayaquil.

En esa esquina, ella dirigía el ingreso y salida de unidades. Tras el despacho del automotor, ella colocaba un cono naranja para reservar el espacio a otras unidades que arriban al punto y se encolumnaba a la espera de pasajeros. Eso ocurrió alrededor de las 17:00 de una tarde reciente de enero.

A unas cuadras de ese punto, en la av. 9 de Octubre y García Avilés, conforme acababa la tarde, alrededor de las 18:00, el paso de buses se mezclaba con el voceo constante de una mujer que usa un megáfono para promocionar la oferta de taxirruta: “¡Venga, venga, sur, sur, Guasmo!”, gritaba ella.

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El servicio de taxirruta tiene variados destinos desde y hacia el centro. Unidades ofrecen movilidad hacia sectores de Durán, además del Guasmo sur, y urbanizaciones situadas en la autopista Narcisa de Jesús y la parroquia La Aurora, en Daule.

Un panorama similar con la oferta de vehículos que ofrecen servicio de taxirruta se evidencia en más calles del centro, incluso en la avenida 9 de Octubre, principal arteria vial de la zona.

Tanto en García Avilés y Córdova se ubican con megáfonos, conos y sillas plásticas para captar a clientes que se movilizaban hacia distintos destinos. También con estos equipos se ubican personas para ofrecer los traslados a El Recreo por $ 1,50.

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En otras calles, como Vélez y Escobedo, se evidencia la presencia de otras paradas informales para ofrecer este servicio. Incluso, en algunos puntos de la av. 9 de Octubre, se observó que hay presencia de agentes en las cercanías o circulando en camionetas sin percatarse de la situación o tomar acción.

Las tarifas van desde $ 1 a $ 1,25 y hasta pueden llegar a más de $ 2 en caso de que el usuario solicite un desplazamiento hasta las cercanías de su casa, ya que por lo regular el servicio se ofrece hasta arterias principales, según usuarios.

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En cada uno de estos puntos, los destinos varían desde el Guasmo, en el sur, sectores de Durán, urbanizaciones de la autopista Narcisa de Jesús y hasta la zona de Samborondón y La Aurora, en Daule. En la mayoría de casos se usan carros informales y en algunos puntos incluso se usan taxis pintados de amarillo.

En estos puntos se ubican oficinistas y trabajadores que buscan movilizarse al terminar la tarde hacia sus domicilios.

Un trabajador del centro, Fernando Mendoza, contó que prefiere moverse en taxirruta desde el centro de la urbe hacia la autopista puesto que eso le evitar tomar hasta dos buses y recorrer más de una hora hacia su domicilio.

“En el bus me expongo más a que me roben y uno sale cansado, solo quiere llegar a su casa, pese a que puede resultar un poco más caro”, dijo el hombre.

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Otro usuario, que suele moverse hacia el Guasmo, Hugo Cedeño, expuso que la comodidad y constante salida de unidades lo motiva a tomar taxirruta desde los alrededores de la plaza del Centenario hacia el sector de la maternidad.

“Si tomo transporte público la espera es larga, además que uno va apretado y expuesto a que le roben en lo lleno que va; acá (en taxirruta) uno también puede estar expuesto a eso, pero menos, y además solo van con cuatro personas y con aire acondicionado”, dijo.

ATM: calendario para la revisión vehicular 2024 en Guayaquil

No obstante, aunque no es formal este servicio, él agregó que también la proliferación y falta de regularización podría abrir puertas a delitos en el futuro.

Ante consultas enviadas por este Diario, la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) sostuvo que de acuerdo a la Ley Orgánica de Transporte Terrestre este servicio no está permitido y sostuvo que la entidad “mantiene un permanente control y retira las bases de vehículos informales, de vehículos particulares (informales) y taxis convencionales, de esta manera se evidencia una disminución de operación de estas unidades”.

Además expuso que se han detectado bases en once puntos, específicamente en la av. Quito en cruces con la av. 9 de Octubre, Primero de Mayo, Luis Urdaneta, Padre Solano, Piedrahíta; de Lorenzo de Garaycoa con Urdaneta, Primero de Mayo y Vélez, y de Pedro Moncayo con Primero de Mayo y Urdaneta.

“Estos controles se ejecutan principalmente en horarios en que se ha evidenciado carga y descarga de pasajeros, a fin de erradicar la informalidad”, se informó por parte de la ATM.

La ATM expuso que los conductores son sancionados con base en el artículo 386 del Código Orgánico Integral Penal que sanciona con dos salarios básicos unificados, y además reduce diez puntos en la licencia y retiene el vehículo por siete días.

Además, expuso que en los tres últimos meses del 2023 se emitieron 997 citaciones y hubo 15 vehículos retenidos en controles de taxirrutas. Hasta el 24 de enero del presente año se habían emitido 239 citaciones y se dio la retención de 3 vehículos. (I)