Los servicios de remodelación de espacios van creciendo en Guayaquil de la mano de profesionales que muestran en redes el ‘antes y después’ de sus proyectos

Espacios que antes eran grises y estaban abandonados en los exteriores de las viviendas, ahora pasan a convertirse en salas de estar o centros de entretenimiento. Cocinas pequeñas que pasan a ser espacios con modelos de primera al estilo americano es parte de lo que se observa en redes sociales de quienes realizan trabajos de remodelaciones y que llaman la atención de las familias en Guayaquil.

Ver el antes y el después de un patio fue lo que motivó a Luis Sánchez, quien vive en la ciudadela Atarazana, para que opte por reparar su vivienda en octubre del año pasado. Él tenía un espacio aún lastrado en la parte posterior de su casa en la que ya vive hace 15 años. El techo necesitaba ser remplazado y las paredes requerían impermeabilización ya que en época de lluvia absorbían humedad y quedaban manchadas.

“Quería transformar el espacio para que mis dos hijos tengan en dónde recibir las clases virtuales y que no pasen solo en sus cuartos encerrados. Además quería un espacio para ver partidos los domingos con familia y amigos”, dijo Sánchez.

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El costo de la remodelación que le incluyó hasta la construcción de una parrilla para asados fue de $ 1.200 que cubrió con un quirografario.

Y es que la pandemia por el COVID-19 orilló a una gran mayoría de familias a tomar la decisión de modificar y adecuar espacios que antes eran utilizados solo para fines de semana, señalaron los esposos y fundadores de Nova Remodelaciones, Litay Lam y Becky Argüello.

“Las personas empezaron a valorar más el espacio de su casa como hogar y se dejó de ver a la remodelación como algo suntuoso, sino que se lo ató a algo sentimental”. Con esa premisa, los expertos detectaron una demanda mayor de servicios para cambios en cocinas y patios en zonas como Sauces, Samanes y Guayacanes y urbanizaciones en La Aurora y Salitre, lo que se mantiene hasta la fecha.

Las ampliaciones también tomaron un rol importante. Argüello destacó que las familias, al sentir que el espacio era reducido dentro de las viviendas, optaron por demandar trabajos que generen esa holgura para toda la familia. Este comportamiento se detectó, sobre todo, en viviendas que pasan los diez años de antigüedad.

A esta necesidad se sumaron también aspectos como el tener más tiempo para hacer reparaciones o arreglos pendientes en el hogar.

Las firmas de interiorismo registran incrementos en la demanda de servicios en la ciudad de al menos el 40 % en el último.

Ver el antes y después en fotos es el principal gancho para clientes, dijo Eduardo Álvarez, propietario del Estudio Álvarez.

“Los clientes son visuales y esperan replicar los trabajos que ya se exponen en redes”. Sin embargo, el propietario de la firma de remodelación remarcó que hay personas preocupadas por el ahorro. La firma atiende proyectos en Ciudad Celeste, Mocolí en Samborondón y en vía a la costa.

En ese sentido, dijo, que las intervenciones dentro de las viviendas van de a poco. Algunas familias empiezan por los patios y luego avanzan a otros espacios dentro de la casa; otras, en cambio, reforman solo un sitio y esa es la única inversión que realizan. Todo depende del presupuesto que se hayan planteado para los trabajos, indicó Álvarez.

La domótica, que engloba la tecnificación y automatización de la vivienda, también creció en el último año en la ciudad, detalló Jhonny López, propietario de Hierro Diseño. Por ejemplo, del 100 % de puertas modernas colocadas en casas de zonas como Urdesa, barrio Centenario, Los Ceibos, Alborada, Samborondón, el 90 % ya son inteligentes.

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Estas son, generalmente, casas grandes y antiguas que requieren cambios ya que presentan puertas de madera que no les proveen de la seguridad adecuada. Las casas antiguas concentran el 70 % de las intervenciones de esta firma.

Con ello, la demanda de servicios de cambios de puertas o nuevos diseños en escaleras y fachadas o pérgolas se suma a la colocación de sistemas para tener controlado el hogar desde el teléfono.

López dijo que también se ha incrementado en los últimos meses el servicio de enrejado de ventanas, esto a pesar de que se ha elevado entre el 30 y 40 % el costo de la materia prima como el hierro. “Eso es algo que ya no se estaba solicitando porque dañaba la estética de una construcción, pero ahora volvió en el contexto de asaltos y robos”, puntualizó. (I)