Largas filas y una espera de más de 20 minutos por una unidad parcialmente vacía en la terminal Río Daule, ubicada en el norte de Guayaquil, es la constante con la que lidia Mariela Cruz casi a diario. Ella es usuaria del sistema de transporte masivo Metrovía desde hace más de cinco años, luego de que se quedara sin carro.

La usuaria, de 36 años, llega a la terminal en alimentador desde su casa, en Sauces; luego toma una unidad de la Troncal 1 para dirigirse al sur.

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“Antes, a inicios de 2022, se podía decir que me tomaba 45 minutos (dentro del sistema) desde que salía de casa hasta mi trabajo. Ahora el mismo trayecto, en los últimos meses, me toma una hora y media en la mañana y hasta dos en las tardes”, relató.

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Uno de los factores que inciden en esa demora, dijo, además de la congestión que se forma en la avenida Pedro Menéndez Gilbert en horas pico, es la falta de alimentadores pasadas las 17:00 en la terminal. Por el espacio de llegada entre cada unidad se forman filas numerosas en los andenes de los alimentadores que van al norte.

En las mañanas, en cambio, la frecuencia de llegada de unidades vacías es baja, o de las que cruzan sin recoger a usuarios. Este último caso se ha vuelto recurrente para Galo Sacco.

En los últimos dos meses, y al menos tres veces por semana, ha llegado tarde al trabajo por la demora de los alimentadores en Guayacanes. Él camina hasta la avenida Antonio Parra Velasco para esperar las unidades.

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“En las mañanas, de tres alimentadores, dos pasan de largo y vacíos. Lo que hacen es que la gente se acumule y, cuando ya uno espera, el carro llega repleto y uno no se puede subir. He esperado hasta 45 minutos en una parada por un bus vacío o medio vacío”, manifestó Sacco.

En varias ocasiones, ha optado por tomar un bus de la línea 125 para avanzar hasta la terminal terrestre Jaime Roldós Aguilera y allí subirse al alimentador. Sin embargo, largas filas se forman en este punto, en el que a veces los conductores no abren sus puertas por la cantidad de pasajeros que van en la unidad.

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Las demoras que relatan los usuarios no solo se registran en paradas durante la espera de alimentadores. En estaciones del centro, el espacio de llegada de articulados y buses puede ser hasta de 25 minutos. El sistema funciona con una flota operativa de 163 unidades.

Olga Rendón dijo que en las paradas de la Caja del Seguro y Biblioteca Municipal las unidades demoran, sobre todo en horas pico. Esto es entre las 07:30 y las 09:00, en horas de la mañana, y de 17:00 a 19:00, en las tardes.

“La Biblioteca parece plaza a eso de las 17:00. Yo quisiera que la gente de la Metrovía viera cómo se pone esa parada. Si este sistema fuera más ágil, no habría la acumulación de personas, las filas, la espera”, afirmó Rendón.

Estas situaciones también se han elevado a redes sociales. En los últimos días, usuarios del sistema han señalado la demora en las estaciones tanto del norte como del sur, así como en la ruta que va hacia la Playita del Guasmo.

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“El 90 % de mis atrasos en el trabajo es porque la Metrovía se demora una vida. Llevo 30 minutos y no llega”, escribió en la red social Twitter Joyce Rubio, el pasado 11 de septiembre.

‘La Metrovía ya no da, urge habilitar buses en horas pico’: usuarios piden medidas hasta que se supla falta de articulados y alimentadores

Otro usuario señaló que existe una diferencia abismal de frecuencia de llegada de buses y articulados entre la Troncal 1 y la 2.

En junio, el alcalde Aquiles Alvarez indicó que el sistema Metrovía se encontraba en una complicada situación financiera; que existía falta de unidades y había deterioro en las paradas. También señaló que el sistema tiene menos articulados y alimentadores de los que debían las tres troncales por contrato.

Durante el informe de gestión de los primeros 100 días de su administración dijo que la nueva visión de la Metrovía es con buses nuevos, aire acondicionado y wifi. “No le daremos salvatajes al sistema. Estamos controlando a los diferentes consorcios para garantizar transporte digno”, indicó el 30 de agosto.

Pero la desesperación está colmando la paciencia de los usuarios, especialmente en las noches. Este Diario ha constatado hasta gritos y quejas en las estaciones centrales. Días atrás, en la estación Río Daule hubo hasta gritos de usuarios que llevaban casi 30 minutos esperando una unidad de la troncal Metroexpress.

¿Qué se está haciendo para mejorar el servicio?

Metrovía reconoce que existen quejas sobre el retraso en la llegada de unidades, especialmente en horas pico, ya que se monitorea de forma permanente la opinión de los usuarios en redes sociales y en las paradas o estaciones.

Paula Moscoso, administradora de Agencia Metrovía, explicó que, considerando que el servicio es brindado por un sistema de transportación BRT que ha sido diseñado para transportar seis personas por metro cuadrado dentro del bus, se tiene un 10 % de la flota para realizar inyecciones en las troncales en horas pico, esto es, diez buses.

Las filas se forman, sobre todo, en horas pico en las estaciones. Foto: El Universo

Moscoso indicó que la frecuencia promedio es de cuatro minutos en horas pico. No obstante, dijo que, al producirse congestionamientos por el irrespeto al carril exclusivo, las unidades se quedan represadas, por lo que se generan retrasos en la operación.

“Se está coordinando con la Dirección de Control de Tránsito para el control en las vías, evitar retrasos y optimizar el tiempo en ruta. Se está reforzando el tema a través de una campaña de concientización de respeto del carril exclusivo, organizado por la Dirección de Gestión de Infracciones y Servicios de Tránsito”, indicó la administradora.

Sobre las aglomeraciones, Moscoso señaló que se trabaja con los agentes de seguridad, que se encuentran desplazados en todas las paradas y terminales del sistema para controlar el ingreso y desembarque de usuarios de las unidades. (I)