La propuesta de retirar las rejas de los 2,5 kilómetros del Malecón Simón Bolívar, en el centro de la ciudad, generó opiniones diversas desde la ciudadanía y expertos. Algunos señalan que al quitar las estructuras metálicas, que alcanzan casi cuatro metros, se perdería parte del ornato que se ha preservado por más de 30 años en ese sitio.

Otros, como el urbanista Luis Alfonso Saltos, difieren y apoyan la iniciativa anunciada por el alcalde electo, Aquiles Álvarez.

Aquiles Álvarez pide a los guayaquileños que no le digan alcalde sino que lo llamen por su nombre

Para el experto, este será un reto que deberá manejar de manera técnica y con participación ciudadana para que tenga la aceptación dentro de la ciudadanía guayaquileña.

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El nuevo alcalde anunció el pasado jueves, 9 de febrero, que se manejará con mesas técnicas para este tipo de medidas.

La propuesta de retirar las rejas del Malecón Simón Bolívar, ¿es viable?

Es viable y necesaria. Es una tendencia mundial y es una necesidad social de poder generar una apropiación al espacio público. En Guayaquil, constitucionalmente (artículo 31), no se ve garantizado por el modelo de ciudad que se maneja actualmente. Desde el punto de vista jurídico y social es completamente viable.

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Además, ya se está aterrizando la propuesta con el anuncio de la conformación de mesas técnicas.

¿Por qué cree usted que de todas las propuestas del alcalde electo esta es la que más ha generado reacciones?

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Porque el Malecón para Guayaquil es el símbolo clásico e histórico de la ciudad. A lo largo de la historia, todos los procesos económicos y sociales se iniciaron en el centro con el Malecón. En la memoria de algunas personas persiste que hace más de 30 años existía un escenario social complejo y la colocación de rejas fue la solución para preservar un espacio que estaba lleno de basura, personas sin hogar. Sin embargo, no se atendió algo que es importante: la educación ciudadana.

Si no se trabajó en educación ciudadana años atrás, ¿qué aseguraría ahora que el ciudadano cuide el espacio público?

Porque eso debe ir de la mano con el proyecto que se levante para ejecutar esta idea. El ciudadano debe apropiarse de su espacio, hay que quitarse la idea de que la reja es la solución, la reja es la salida fácil para preservar algo. Se debe de trabajar con los moradores del sector, con comerciantes. Es algo que no se ha hecho antes. Podrán existir errores, pero hay que tenerle fe a la ciudadanía.

Las rejas están colocados a lo largo de los 2,5 kilómetros del Malecón Simón Bolívar. Foto: El Universo

¿Y si esa ‘fe’ falla?

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Prueba error. Cuántos proyectos no se han ejecutado en la ciudad por el mismo temor.

¿Se debería concebir por fases el retiro de las estructuras?

Esa sería una medida acertada. Yo diría que hay que hacerlo progresivo, definir etapas de intervención e ir retirando. Se debe tener procesos complementarios que coadyuven a este proceso de retirar una reja.

Analizar los equipamientos y actividades que se puedan dar y concebir proyectos para esas áreas que se van abriendo. No solamente poner más guardias, sino actividades culturales o artísticas, que permita que la gente utilice más. Un espacio concurrido tiene más ojos, por lo tanto se vuelve más seguro.

Desde su visión, ¿dónde podría empezar la primera etapa?

Por la zona norte, por el MAAC. En ese edificio, por ejemplo, ya se tienen espacios que de por sí están cerrados; La Perla tiene un vallado y está cerrado. Hay áreas que ya tienen un nivel de protección interna. Hay que concebir que si se sacan las rejas, es como ensanchar una acera y conectar con zonas como Las Peñas.

Se debe empezar a romper barreras que generan una fragmentación social de decir “aquí estoy bien, allá estoy mal”.

Aquiles Álvarez, el exdirigente deportivo y empresario de las gasolineras que administrará una ciudad con un presupuesto de más de $ 700 millones

¿Qué se debería considerar en el proyecto que viabilice el retiro de las estructuras metálicas del Malecón y de los parques?

Son programas integrales que están acompañados de infraestructura urbana, mobiliario urbano, política pública, incentivos, multas, seguridad, capacitación, generar incluso medidores y metas que permitan evaluar si lo que se ha hecho va bien. Esto último permitirá tomar las medidas correctivas. Ese es un modelo de gestión para proyectos y eso es lo que se debería buscar en los procesos de intervención que vengan.

¿Quiénes deberían participar en la elaboración de esos proyectos?

Academia, sector comercial, ciudadanía, colectivos, organizaciones y expertos en diferentes ramas, como seguridad, urbanismo, áreas verdes, turismo, entre otros. Este es un gran reto que tiene el alcalde electo, porque va a poder mostrar una metodología que no se ha usado en la ciudad.

¿Cuánto tiempo podría tomar la ejecución de esta propuesta?

Que el proceso tome meses o años, pero que sea trabajado con la ciudadanía. Si se va a comenzar a cambiar la visión de la ciudad, iniciemos con el espíritu de la ciudad que es el Malecón. El mayor talón de Aquiles de la administración saliente fue la falta de participación ciudadana y eso se debe remediar. (I)