Mishelle se movilizaba a lo largo de la avenida de las Américas, en sentido de norte a centro, para acudir a sus actividades laborales el pasado 18 de noviembre. En medio del intenso congestionamiento vehicular, un servidor de la Agencia de Tránsito y Movilidad agitó las manos para que los carros avanzaran por el carril exclusivo de la Metrovía. Ella accedió a cruzar.