Un tramo de la calle Guayacanes, desde el colegio Santo Domingo de Guzmán hasta llegar a la avenida Víctor Emilio Estrada, está irreconocible con relación al ambiente comercial y activo que caracteriza a esa zona, una de las más dinámicas de Urdesa Central.

Esta vez está lleno de polvo, rocas, maquinarias y obreros trabajando para entregar la obra regeneración urbana, incluyendo la repotenciación del alcantarilla pluvial.

Este trabajo que se inició en julio está proyectado en tres fases, sin embargo, vecinos y comerciantes cuentan que hay un retraso en la entrega de los avances, pues las semanas pasan y no se evidencia mucho. Esto ha llevado a que los dueños de negocios no los puedan atender.

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Constan aquí locales de venta de comida, de productos, servicios como lubricadoras, entre otros más.

“No podemos cerrar los locales porque debemos trabajar para comer”, dice Marianella Orlando, propietaria de Casa Manaba, en la calle Guayacanes y la Cuarta.

Personal municipal realiza la adecuación del sistema hidrosanitario y arreglos de la vía. Foto: Ronald Cedeño  Foto: El Universo

Ella comenta que tuvo que reducir el personal y producción para mantener su negocio en pie, pese a que a ese sitio ya no llega nadie debido a las obras en ejecución.

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“Éramos 12 personas antes de que se inicie la construcción, tuve que despedir a la mitad, y eso porque yo me muevo en redes sociales, venta por domicilio. Les digo a mis clientes que salgo a las calles aledañas a dejarles su comida, etc. No puedo cerrar, yo con esto como, no tengo otra opción”, manifiesta la mujer.

Otros comerciantes coinciden con Marianella y detallan que sus ventas han bajado en un 70 %, un proceso muy duro.

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Francesca Ferrero, propietaria de Moro Grill, otro restaurante de la calle Guayacanes y representante del gremio en Guayas, lamenta que sean más de 90 negocios en esa zona que están afectados y que necesitan celeridad en este proceso.

La empresaria, quien está enferma debido al polvo por segunda ocasión, señala que se perdieron las fiestas de julio, las octubrinas y ahora la Copa Libertadores, y que incluso los trabajos estarían hasta noviembre o diciembre.

“Sentimos que no hay sentido de urgencia para esta obra. Hay comercios que ya han cerrado. Hay muy baja facturación pero no sabemos hasta cuándo resistir, esto nos cuesta, queremos empatía, que se trabaje a conciencia, que se solidarice con el sector comercial que necesita trabajar para alimentar a sus hijos”, recalca Ferrero.

En la calle Guayacanes hay letreros de "Se Alquila", "Se Vende" en varios locales que estaban ocupados hasta antes que se inicie este proceso. Foto: Ronald Cedeño  Foto: El Universo

Los comerciantes se muestran preocupados porque no saben cuándo podrán tener ya el espacio apto para recibir a sus clientes.

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“Hay que seguir trabajando hasta que eso quede bonito, esperamos recuperarnos pero que lo hagan rápido porque estamos con las justas”, expresa Mauricio, del restaurante Al Bundi.

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Andrés Burbano, director municipal de Obras Públicas, refiere que la obra abarca un kilómetro de reconstrucción de vía e infraestructura sanitaria. Los trabajos, agrega, tienen un 60 % de avance y ya ha pasado la parte más dura: el soterramiento de ductos.

Nydia Delgado, subdirectora de Obras Públicas del Municipio de Guayaquil, explica que se reemplazaron totalmente el sistema hidrosanitario y ductos para agua lluvias.

Sostiene que la tarea es compleja y que hubo complicaciones con las tuberías que ya están obsoletas. Agrega que se espera para diciembre tener ya lista la obra para beneficio de los moradores. (I)