El padre Omar Mateo, actual canciller de la Arquidiócesis de Guayaquil y párroco de San Miguel Arcángel, de Sauces 1, formó parte de los eventos que marcaron la visita a Ecuador del papa Francisco entre el 5 y 8 de julio de 2015. Estuvo cerca al pontífice en su paso por Quito y Guayaquil.
Ante la partida del papa Francisco, este lunes, 21 de abril, Mateo recordó este episodio que marcó su vida religiosa.
Por qué el Papa Francisco rezaba a diario por Ecuador: historia de un nexo que comenzó como jesuita
En ese entonces en el 2015, cuando se recordaba el año de la Divina Misericordia, Mateo integró el comité central de la organización de la visita al trabajar como secretario general adjunto de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CCE)
Publicidad
El padre Mateo tuvo la tarea de organizar los puntos de encuentros y distribución de entradas a cada uno de las citas que tuvo Francisco con comunidades en Guayaquil y Quito.
Él tuvo la grata oportunidad de recibir al papa Francisco en la pista aeropuerto Mariscal Sucre, con la comitiva oficial de la Iglesia y Gobierno, así como la despedida en el mismo sitio.
Además, junto con otros religiosos, él estuvo concelebrando en las misas que presidió el papa en los parques Samanes, en Guayaquil, y Bicentenario, en Quito.
Publicidad
“Estuve relativamente muy cerca en la eucaristías, bebiendo la sangre de Cristo del mismo cáliz que bebió el papa, fue lo más bonito para mí como sacerdote”, dijo Mateo a este Diario.
Recordó que regularmente en el saludo al papa se le besa el anillo, sin embargo, se atrevió a romper el protocolo y fue más allá.
Publicidad
“Le pregunte, ‘santo padre, ¿le puedo dar un abrazo?‘, y me dijo: ‘Por supuesto que sí‘, le abracé, tengo algunas fotos de ese momento”, recordó Mateo, sobre aquel episodio en que evidenció la humildad y cercanía de Francisco.
Mateo estuvo en todos los eventos, desde la bienvenida, recepción en la zona donde aterrizó el avión, misas y encuentros con sacerdotes y otros actos.
Él expuso que haber compartido estos momentos es una “gracia”, “grandioso” y ‘regalo del cielo’.
Publicidad
De aquel año 2025, Mateo guarda un solideo bendecido por el papa.
“Haber vivido tan cerca esos momentos intensos, fueron cuatros días, es una gracia de Dios que de pronto no se puede explicar bien lo que uno siente por dentro con palabras, porque son momentos que se viven y agradecen al Señor”, agregó.
De esos días intensos, él recordó el mensaje que el papa les dejó a los religiosos.
“El papá Francisco nos invitó a la fidelidad en el ministerio, a tener siempre presente que somos frágiles, pero que la gracia que nos ha dado el Señor, cuando recibimos el sacramento de orden sacerdotal hay que conservarlo y por tanto, caminar siempre de la mano del Señor para ser fieles hasta el final”, expuso.
Sobre el legado del pontífice, él expuso que será recordado como el papa de la misericordia, de la apertura, de la ternura de la Iglesia, que muestra a todas las personas que se encuentran en las periferias existenciales o geográficas.
“Es el papa que nos ha hablado de ‘la casa común’, del sagrado corazón en su última encíclica y de la Iglesia en salida, pobre para los pobres, el legado del papa Francisco va a resonar durante muchísimo tiempo en la Iglesia porque son muchísimas cosas que podemos aprender de su legado”, remarcó Mateo.
Sobre el futuro sucesor, Mateo dijo que cada papa es distinto y es un hombre de su tiempo.
“Vamos a tener el papa que el Espíritu Santo quiera para ese momento, no es el sucesor de Francisco, es el sucesor de Pedro”, remarcó el canciller de la Arquidiócesis. (I)