Quienes por estos días hacen algún trámite en el Centro Forense Zonal 5 y 8 - Laboratorio de Criminalística de Guayaquil o acuden a las instalaciones de la Policía y negocios cercanos deben cubrirse con mascarilla para evitar el fuerte olor que emana desde la morgue, sobre la avenida José Rodríguez Bonín.

Al menos ese fue el escenario que se observó durante el miércoles, 12 de junio, luego que se conociera el malestar de la ciudadanía por esta situación y por la demora en la entrega de cadáveres que reposan allí.

‘Tiene que haber una medida urgente porque hay contaminación ambiental’, dice la Federación Médica Ecuatoriana sobre morgue de Guayaquil

La tarde del martes, 11 de junio, el Servicio de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Ecuador emitió un comunicado en el que informó del daño de dos contenedores refrigerados del Centro Forense Zonal 5 y 8 - Laboratorio de Criminalística de Guayaquil debido a las variaciones eléctricas a nivel del país.

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Y señaló que se han realizado las gestiones necesarias para darles mantenimiento a los contenedores a través de la garantía técnica establecida en los contratos vigentes. Como una medida de ‘corrección’, según dicha instancia, desde el 8 de junio se puso en marcha un contenedor refrigerado que presentaba fallas en su operación.

Carlos Salvador, exdirector municipal de Salud, señaló que la exposición al fuerte olor que emana desde la morgue de la ciudad puede producir dolores de cabeza, náuseas, vómito, alteración en el estado de ánimo y hasta insomnio.

“Lo que sí le puedo decir es que si no existe un contacto directo con los cadáveres en estado de descomposición no produce ningún otro tipo de síntoma o de contaminación”, refirió el galeno que actualmente es decano de la facultad de Ciencias de la Salud y Desarrollo Humano de la Universidad Ecotec.

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Por ello, señaló que es necesario que el personal que se encarga de dar el tratamiento a los cadáveres utilice los implementos de bioprotección adecuados para evitar contaminarse, ya que son los más expuestos.

Salvador coincidió con Wilson Tenorio, presidente de la Federación Médica Ecuatoriana, en que en el Centro Forense Zonal 5 y 8 - Laboratorio de Criminalística de Guayaquil faltó un plan de contingencia ante la situación que atravesaba el país con la crisis energética.

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El Servicio de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Ecuador indicó en el comunicado emitido el martes 12 que debido al incremento de violencia criminal en el país hay un mayor número de cadáveres de personas desconocidas, a quienes se cataloga como NN (no identificados ni retirados por sus familiares).

Pero hay quienes a pesar de tener identificados a sus parientes no pueden retirar los cadáveres, como Margarita Pardo, cuyo hijo y nuera fueron asesinados en abril pasado y desde entonces los cuerpos de ambos permanecen en la morgue.

Carlos Salvador, exdirector municipal de Salud, mencionó que de acuerdo con los estándares del caso es importante que los cuerpos en estado de descomposición deben ser sepultados inmediatamente luego de ser retirado por algún familiar.

“No es correcto, pues, hacerle una velación porque ya justamente como hablamos ya está en un estado de descomposición”, comentó el galeno.

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Malos olores y demora en entrega de cadáveres: los efectos del daño en dos contenedores en la morgue de Guayaquil

Sobre los cadáveres NN, en el contexto de violencia criminal, el Servicio de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Ecuador señaló que se realizan los procedimientos técnico-científicos, a fin de agotar los métodos de identificación para posteriormente aplicar el proceso de inhumación en cumplimiento con la normativa legal vigente.

“Al no ser cadáveres reconocidos se tiene que tener ciertos protocolos para que exista la identificación. Se tienen que tomar huellas digitales, se pueden tomar improntas de las piezas dentales, colocarle un código y seguir así por cualquier eventualidad de que alguien quiera hacer un peritaje”, expresó Carlos Salvador. (I)