Cuatro personas esperaban por un bus en la parte baja de un paso a desnivel que conecta la vía Perimetral con la avenida Pío Jaramillo, en el sur de Guayaquil. Eran las 19:30 del pasado miércoles y el sitio estaba en penumbras.

Los rostros de los usuarios se observaban únicamente con las luces de los vehículos que transitaban por ese tramo. Doris era una de las personas que aguardaban en ese sitio por una unidad de transporte urbano para avanzar hacia la isla Trinitaria. En el lugar tomaría una tricimoto que la acercara hacia su vivienda.

“Aquí es peligroso, pero no nos queda otra opción”, refirió la ciudadana abrazando su cartera.

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Esta es una de las zonas en Guayaquil donde se ha evidenciado poca iluminación, lo que propicia que ocurran hechos delictivos.

A pocos metros, en la avenida 25 de Julio, los vehículos circulan raudos por un tramo junto a un redondel en el que pueden desviarse hacia la vía Perimetral o la Pío Jaramillo.

Tras detenerse por la luz roja del semáforo, los conductores suben los vidrios de sus vehículos y miran a los lados. El redondel está oscuro.

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Abel Valarezo es morador de la ciudadela Amazonas, cerca al sitio. A diario transita por este tramo, pues regresa de su trabajo, en el centro. Indicó que ha sido testigo de varios asaltos en horas de la noche en esa zona.

“Se han olvidado de todo este redondel. Usted pasa en la mañana, tarde, noche, no hay policías. Un día vi cómo a un trailero de los que bajan por la Perimetral le robaron. Dos pelados (jóvenes) lo tenían encañonado. Ellos (los delincuentes) se esconden atrás del redondel y ya cuando cometen el robo se van corriendo para la (ciudadela) Coviem”, manifestó Valarezo.

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En penumbras, varios ciudadanos esperan por buses debajo del puente que conecta la vía Perimetral con la calle Pío Jaramillo, en el sur de Guayaquil. Foto: José Beltrán. Foto: El Universo

En el norte de la ciudad hay sectores poco iluminados. En la ciudadela La Garzota 2, a la altura de la calle Miguel Ángel Jijón, un tramo junto al parque de la manzana 80 tiene poca iluminación. De lunes a viernes, entre las 18:00 y 19:30, se forman atolladeros, sobre todo cuando llueve. Los vehículos tardan incluso más de 20 minutos en cruzar esta vía desde la avenida Guillermo Pareja hasta la Isidro Ayora.

Gabriel Murrieta, morador del sector, indicó que vehículos con personas sospechosas se estacionan en los alrededores del parque. “Los carros dan vueltas por la cuadra, en motos se bajan para robar a los que esperan el semáforo y luego huyen en contravía. Ha pasado y la Policía está tomando correctivos, pero estas luces se dañan a cada rato”, comentó el ciudadano.

Operativo el nuevo puente que une a Las Malvinas con la isla Trinitaria, en el sur de Guayaquil

En los alrededores del parque Samanes también se ve el daño de varias luminarias. En la vía Perimetral, en el desvío que conecta con los sectores Flor de Bastión y Paraíso de la Flor a través de la avenida Modesto Luque, conductores también piden mayor iluminación, así como presencia de contingente policial.

Días atrás, el gobernador del Guayas, Pablo Arosemena, indicó que el Gobierno central destinará 5 millones de dólares para mejorar la iluminación en 30 “sectores de impacto” de la ciudad, con el objetivo de disminuir los índices delincuenciales.

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Los Esteros, Guasmos, Pascuales, Guayacanes, la avenida Casuarina, cerro del Carmen son algunos de los sectores que contarán con nuevas luces ledes, sostuvo el funcionario.

Los ciudadanos antes citados coincidieron en que el incremento de espacios iluminados en zonas calientes debe ir de la mano con un mejor trabajo preventivo de la Policía Nacional, para que se puedan obtener resultados positivos.

“Si los tiempos de reacción de los policías siguen tardándose, no va a servir de mucho que iluminen toda la ciudad”, comentó Valarezo. (I)