Arlette había escuchado de la Torre Morisca en una clase de fines de julio cuando comenzaron a hablar de los sitios turísticos de Guayaquil.
Ella recordaba que estaba en el malecón y le pidió a su padre que la lleve a conocer.
El fin de semana fueron al sitio al mediodía y justamente cuando llegaron el sonido del reloj de la torre comenzaba a escucharse por la calle 10 de Agosto.
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La intención era solo conocer la parte externa, pero no sabían que desde hace varias semanas se volvieron a abrir las puertas para que el público pueda conocer su parte interna y subir.
La torre, que está frente al Palacio Municipal, fue construida a partir del 1 de agosto de 1930 e inaugurada el 24 de mayo de 1931. Durante la pandemia estuvo cerrada, pero la Dirección de Gestión y Promoción Cultural volvió a retomar los tours.
Una guía recibe a los visitantes en la parte interna. El día que Arlette y su familia acudieron no debieron esperar mucho para acceder. El ingreso es controlado en grupos pequeños.
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En el acceso hay varias fotos antiguas de la torre y de otra que hubo antes en la ciudad. La guía cuenta la historia detrás de esas fotos.
Los visitantes también pueden acceder hasta el segundo piso de esta torre de 30 metros. Desde allí se puede ver el péndulo y el sistema del reloj público que está en la torre.
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Una parte del malecón, del río, de la avenida Malecón y lo largo de la calle 10 de Agosto se pueden observar desde la parte alta de esta joya de la ciudad.
La torre está abierta de jueves a sábado desde las 10:00 a 17:00 y el acceso no tiene costo para el público. (I)