A medida que las ciudades crecen, el hábitat de los animales se fragmenta. La construcción de vías rápidas trae consigo una de las principales amenazas para la fauna nativa de Guayas y Santa Elena: los atropellamientos.

Es una constante observar en las panamericanas que conectan a los diferentes cantones los cuerpos desmembrados de animales a un costado o en medio de la vía. Algunos aún con sus órganos expuestos por lo reciente del siniestro; otros, en cambio, con el cuerpo ya petrificado por el intento que realizaron para cruzar los ejes viales.

En primer semestre de 2022, 5.368 animales silvestres vivos, víctimas de tráfico, fueron decomisados en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Brasil

Además de perros y gatos, que son los animales más arrollados en las carreteras, están ejemplares nativos propios de humedales de la zona costera.

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El estudio Mortalidad de vertebrados silvestres por colisiones vehiculares en las principales carreteras entre las provincias de Guayas y Santa Elena, realizado por la Universidad de Guayaquil, revela que 750 especies se hallaron muertas en un perímetro de 150 kilómetros desde Ceibos norte hasta Chanduy, Progreso, El Morro y Posorja.

La cifra equivale a 85 especies diferentes de vertebrados, entre los que figuran zarigüeyas, murciélagos, iguanas, boas.

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Durante el tiempo de muestreo se recorrieron vías en Guayas y Santa Elena. Foto: Cortesía Proyecto Roadkill Guayas y Santa Elena

Este muestreo se efectuó de julio de 2021 a junio de 2022 con estudiantes de la carrera de Biología.

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Solo en la categoría de aves se hallaron 329 registros de 43 especies. Las lechuzas (Tyto alba), búhos (Asio clamator) y aves garrapateras (Crotophaga sulcirostris) lideran la lista de los que más han sido atropellados.

Para analizar esta cantidad de kilómetros, los estudiantes los dividieron en cuatro tramos.

En otra fase del estudio, en cambio, se analizaron 72 kilómetros entre La Aurora (Daule) y Samborondón. La avenida León Febres-Cordero y la vía Samborondón fueron claves para el muestreo, además de las principales vías de acceso a las urbanizaciones La Joya, Villa del Rey, Villa Club y Casa Laguna y Ciudad Celeste. En estas zonas el análisis se hizo desde noviembre de 2021 hasta julio de 2022.

Jaime Salas, docente de la facultad de Ciencias Naturales y quien dirige el proyecto, explicó que en esta área se reportaron 599 vertebrados silvestres atropellados. En esta zona, las aves fueron más frecuentemente atropelladas con 339 registros en 37 especies.

Las especies que más han sido atropelladas tanto en Daule como en Samborondón son el sapo común (Rhinella horribilis), la zarigüeya común (Didelphis marsupialis), la gallareta púrpura (Porphyrio martinica) y la boa o matacaballo (Boa imperator), que es una serpiente. Estas últimas se atan a la presencia de humedales que existen en Samborondón por los cultivos arroceros.

Las serpientes son animales que frecuentemente son arrollados en las vías. Foto: Cortesía Proyecto Roadkill Guayas y Santa Elena

El docente líder del proyecto explicó que los estudiantes recorrieron las diferentes zonas de vía a la costa, Samborondón y Daule en bicicleta y otros vehículos. Con los registros tomados en los tres cantones se usó la herramienta de mapas de calor para determinar los puntos de alta o mayor incidencia de atropellamientos de vertebrados silvestres.

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Allí se determinó que una de las zonas catalogadas como “calientes” por la cantidad de hallazgos es la que va desde Progreso hasta General Villamil Playas.

Según Salas, la mortalidad en esta área se debe a que son sectores rápidos y en donde existe una mayor presencia de área natural que no está habitada. Es decir, amplios lotes de tierra que solo están cubiertos de vegetación.

Investigadores hallaron 35 nuevas especies de fauna, que están por describirse, en los bosques de las provincias de El Oro, Loja y Zamora Chinchipe

“En estos puntos hay que aplicar acciones de mitigación como reductores de velocidad, fotorradares y campañas de educación ambiental, en un trabajo coordinado con los gobiernos locales, autoridades de tránsito y la sociedad en general”, afirma Salas.

Julián Pérez, director de la fundación Japu, dice que una alternativa para mermar la muerte de animales por efecto de atropellamiento es crear pasos de fauna. “Se debe analizar de forma técnica cómo llevar a cabo este tipo de soluciones. Se debe construir un ecosistema que permita a la fauna seguir su curso”, explica.

La construcción de puentes o corredores para animales permitirá que el tránsito que estos realizan hacia la búsqueda de alimento o de reunión con sus similares sea más seguro. Pérez cree que ideando de forma técnica este tipo de soluciones se puede disminuir la mortalidad de la fauna. Si bien aplaude las campañas para dejar cruzar animales, considera que existen especies pequeñas nativas que requieren otro tipo de medidas para su protección. (I)