Profunda indignación hay entre los arqueólogos de Turquía, donde conocieron cómo “perforaron rocas sagradas” para abrir un café-restaurante. La gran molestia es porque, lamentablemente, esas “rocas” forman parte de una “tumba tallada en roca de 3.000 años de antigüedad”.
El hecho que alarma a los historiadores se presenta en el pueblo de Ayazini, en la provincia de Afyonkarahisar.
La “transformación” del lugar sagrado en un espacio comercial se supo mediante una publicación periodística, de Salim Uzun para el medio Hürriyet, reseñan en Diario Uno.
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Yaz akşamlarına veda ederken Frigya hala muhteşem💥 pic.twitter.com/6eBeynfFwz
— Frigya Taş Bahçe Kafe (@frigyatasbahce) November 26, 2022
De la tumba hicieron una remodelación “sin ninguna autorización”, denuncian. Ahora el espacio comercial se llama Ta Bahçe , que significa Jardín de Piedra.
Hablan arqueólogos
Lo ocurrido es considerado como un “ataque al patrimonio cultural”.
“Estas tumbas tienen un valor espiritual profundo”, señala Havva kan, una arqueóloga de amplia trayectoria en Turquía.
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Se muestra horrorizada y, citada en Diario Uno, expresa: “Perforar rocas sagradas para instalar electricidad es espantoso. Lamentablemente convirtieron un sitio de patrimonio cultural en un parque temático”.
El profesor Nevzat Çevik toma distancia al no calificar este hecho como “ignorancia”.
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Para el catedrático de la Universidad Akdeniz, esto es “uso deliberado e incorrecto”.
Recuerda que cerca de un sitio histórico “no se puede colocar una silla” y en Turquía cruzaron los límites al “convertirlo en un restaurante”.
¿Qué hicieron en la tumba sagrada?
Para abrir el café-restaurante, los dueños “instalaron sistemas eléctricos completos y calefacción con chimenea”.
En el lugar había puertas transparentes para el invierno y columpios en el exterior “para atraer a turistas”.
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Ayazini cıvıl cıvıl maşallah @visit_afyon pic.twitter.com/KBk6CLhe6l
— Nurullah Kaya (@nurullahkaya45) July 31, 2022
Aseguran que en redes sociales promocionaban el local como “la gloria de las habitaciones de piedra”.
En el referido medio difunden que, según usuarios de redes, “mostraban la antigua cámara funeraria convertida en ‘área de descanso acogedora”.
Acción de autoridades
Tras el reporte periodístico y la indignación de los arqueólogos, de acuerdo con Diario Uno, “autoridades procedieron inmediatamente a restaurar la tumba a su estado original”.
Birol Inceciköz, a cargo de la dirección general de Bienes Culturales y Museos, precisó que “aunque el terreno era de propiedad privada, la tumba en sí constituía un bien arqueológico registrado, por lo que todas las modificaciones eran ilegales”.
De la tumba sagrada sacaron el mobiliario y retiraron las instalaciones eléctricas y sistemas de calefacción.
El dueño del café-restaurante, Halil Çakmak, manifestó: “Solo queríamos ayudar a la economía local y al turismo”.
En Diario Uno destacan que la tumba “está incluida en la Lista Tentativa de Patrimonio Mundial de la UNESCO”.
Lo ocurrido es otra campanada: urge el sentido común. (I)