En Rusia, una investigación revela que mediante un videojuego fomentan las destrezas tecnológicas de niños y adolescentes, los “captan” y gracias a ellos logran proponer soluciones en el plano real. El juego gira en torno de la guerra, sí… como la que desde hace más de tres años ese país mantiene con Ucrania. Pero todo está camuflado. Hay un objetivo mayor: montar la mayor fábrica del mundo de drones de ataque.

Un medio ruso, en el exilio, The Insider, difundió que todo parece indicar que, desde el verano de 2022, bajo la apariencia de una plataforma educativa y de entretenimiento llamada Berloga (“Guarida del oso”), Rusia ha estado reclutando a cientos de miles de escolares”.

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Con los chicos avanza “en un sistema progresivo de formación técnico-militar enfocado en el desarrollo y uso de drones, camuflado tras videojuegos, concursos y programas con incentivos académicos”.

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El proyecto Berloga “forma parte de un ecosistema creado por la Agencia Rusa de Iniciativas Estratégicas (ASI), que también abarca la red NTI de clubes de ciencia y tecnología y el curso intensivo de formación Archipiélago. Este último menciona explícitamente las pruebas de drones militares en su programa”.

“No debemos decir que es para la guerra”

El juego, del que afirman tiene el visto bueno del presidente Vladimir Putin, “ introduce a los niños en una narrativa infantil en la que “osos inteligentes” defienden el recurso vital de unos insectos “abejas”.

El trasfondo, indican, es que los osos representan a Rusia y las abejas a Ucrania, señalan también en Xacata.

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A lo largo del juego, “los jóvenes son guiados a lo largo de una ruta diseñada para transformarlos en técnicos y operarios útiles para el complejo militar ruso”.

Pero hay una regla: “no deben decir que es para la guerra”.

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Mentes brillantes

Los adolescentes aventajados van superando fases del juego y sus logros son importantes.

  • Vladislav, de 1 6 años, construye vehículos aéreos no tripulados (UAV) y, según The Insider, “el ejército ruso los utiliza para probar sistemas de guerra electrónica”.

  • Sasha, de 13, “enseña a los soldados a pilotar drones y a desarrollar equipos para las tropas en primera línea”.

  • De Maksim, de 17 años, publican que recibió una oferta de trabajo de un laboratorio que “presta servicio a la ‘operación militar especial’”.

Estos jóvenes, da entender el medio ruso en el exilio, han pasado por las etapas del juego, en el que según describen:

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  • usan drones para proteger un preciado recurso llamado “miel energética” de los ciberinsectos, repeliendo así oleadas crecientes de enemigos.
  • En otro, aprenden a pilotar cuadricópteros y a entregar carga en coordenadas precisas.
Foto: Pexels/Anton Porsche

Futuros lanzamientos “prometen a los jugadores la oportunidad de modificar el diseño del dron, crear rutas de vuelo y compartir código con otros participantes en el juego”.

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La idea es que, una vez que un estudiante talentoso entra en el programa de ASI, no lo abandone.

Exponen que hay incentivos para los jugadores.

De acuerdo con The Insider, los desarrolladores de la plataforma esperan en que los estudiantes se mantengan enganchados incluso después de los exámenes.

Buscan garantizar que más de 600.000 jugadores que hoy luchan contra “abejas cibernéticas” pasen a la programación y el ensamblaje de drones reales.

Con información de The Insider y Xacata.

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