Ayer, en la Fiscalía de Durán, debía dar su testimonio urgente una niña de 11 años que el pasado 3 de mayo fue violada en un cuarto contiguo a su vivienda, supuestamente por Ángel Guillermo Corozo Quintero.

Sin embargo, la diligencia a la que convocó la fiscal Fanny Castro Sánchez no se cumplió, pues –según el juez Galo Almeida Tapia– en la providencia no se indicaba que, como dice la ley, el testimonio debía tomarse en la cámara Gessell.

“La fiscal tenía todo organizado, coordinado el uso de la cámara Gessell e incluso la psicóloga estaba lista, pero el juez (Almeida) dijo que si no estaba pedido así no se podía realizar, que si la querían hacer, él la tomaba en su despacho. Eso no podía ser posible, pues era revictimizar a una niña tan pequeña”, dijo Silvio Enríquez, acusador de Corozo; además, exigió que las evidencias halladas tras el hecho sean presentadas por la Policía Judicial.