La asamblea de los pueblos Cayambis se reunió por primera vez en la comunidad de San José Chico al norte de la provincia de Pichincha para aplicar la justicia indígena a Nelson Fabián León Quillupangui, acusado de abusar sexualmente de una menor de 13 años de edad.

Los dirigentes indígenas, familiares del acusado y de la adolescente ultrajada, acudieron el último sábado desde las 14:00 a la casa comunal de San José Chico, en el cantón Pedro Moncayo, en Pichincha, para detallar que el pasado 24 de junio del 2012, León acudió a la vivienda de la madre de su hija ubicada en la comunidad Santa Anita de Anchola y bajo los efectos de drogas y licor abusó de la menor.

El delito fue investigado por la justicia ordinaria y el hombre recibió una condena de 16 años emitida por el Tribunal Tercero de Garantías Penales de Pichincha. Una vez conocida la pena, Nelson decidió autoidentificarse como indígena y acogerse a un castigo por parte de la justicia indígena.

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Esta declinación de competencias fue aceptada por parte de la justicia ordinaria pese a la apelación de la Fiscalía. El acusado luego de permanecer 11 meses privado de su libertad en el expenal García Moreno de Quito, recuperó su libertad el 8 de mayo del 2013.

Zoila Cabascango, fiscal de asuntos indígenas de Pichincha detalló que no es justo que un hombre que no es indígena se acoja a la declinación de competencias de la justicia ordinaria. “El delito de violación es muy grave y ni pagando con cárcel va a resarcir los daños causados a la menor”, dijo Cabascango.

Mientras que Gullermo Churichumbe, presidente de la Confederación de Pueblos Cayambis, explicó que los líderes indígenas tienen como finalidad el bienestar de las familias y que por eso han impuesto 12 sanciones a León para que pueda reparar los daños.

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“Parte de los castigos es el pago de 10 mil dólares a la familia de la menor, ocho mil para la compra de un inmueble para la afectada y dos mil para el pago de un tratamiento psicológico. Además, la prohibición de salida del país, realizar trabajos comunitarios durante seis años, estudiar y el baño de purificación”, detalló  Churichumbe.

A las 19:00 del sábado, cientos de comuneros en compañía de policías y de los líderes indígenas acudieron a una quebrada ubicada a 500 metros de la comunidad, para realizar el baño de purificación con agua, sahumerio, ortiga y pétalos de rosas. Allí el padre del acusado, un shaman y mujeres líderes de comunidades Cayambis dieron seis latigazos al acusado y pasadas las 20:00 acabaron con el ritual.