Tito y María son padres de alumnos del colegio fiscal Aguirre Abad, ubicado en el norte de Guayaquil, y ambos reconocen que el problema de droga entre los estudiantes es latente.

Él asegura que su hijo ha presenciado cómo funciona el expendio de alcaloide dentro del establecimiento educativo y ayer trataba de hablar con las autoridades para buscar alternativas que solucionen el problema. “Hay un alumno, amigo de mi hijo, que lleva sustancias; hay temor entre los niños (...) y temo que haya represalias contra mi hijo...”.

María, en cambio, asegura que el problema de las drogas no es nuevo y, al igual que Tito, se mostró de acuerdo con que el Ministerio de Educación haya intervenido el plantel.

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El ministro de Educación, Augusto Espinosa, explicó que la intervención consiste en fortalecer el departamento de Consejería Estudiantil con profesionales de distintas áreas como psicólogos educativos, psicólogos clínicos y médicos, “que hagan una intervención sistémica con el estudiante; y no solo con el estudiante sino también con sus familias...”.

Espinosa dijo que los docentes también serán capacitados para que puedan enfrentar el problema. “Estamos haciendo una intervención integral y la estamos trabajando en un plazo de treinta días; ustedes van a ver una transformación absoluta del establecimiento...”.

Azucena del Rocío, rectora del colegio Aguirre Abad, calificó como acertado el fortalecimiento de la consejería estudiantil en su plantel e indicó que debería replicarse en otros centros de estudios. “Los colegios necesitamos fortalecer ese departamento”, dijo.

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Del Rocío aseguró que en una reunión con los padres de familia, ellos autorizaron mediante escritos que autoridades del plantel o la Dirección de Policía Especializadas en Niños y Adolescentes (Dinapen) requisen las maletas de los alumnos.