La final del Mundial de Fútbol Brasil 2014 junta hoy en el mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro a siete jefes de Estado y de Gobierno, además de la anfitriona, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

Alemania, que busca su cuarto título mundial, estará representada por la canciller Angela Merkel y por el presidente, Joachim Gauck, mientras que su rival, Argentina, no contará con la presencia de la presidenta Cristina Fernández, quien declinó la invitación por razones de salud y familiares.

También estarán en el partido los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de Sudáfrica, Jacob Zuma –quienes intervendrán en martes próximo en la cumbre del grupo BRICS– y los gobernantes de Hungría, Viktor Orbán; Gabón, Ali Bongo Ondimba; y por Trinidad y Tobago, la primera ministra Kamla Persad-Bissessar.

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A lo largo del Mundial han pasado por Brasil para apoyar a sus selecciones los mandatarios de Chile, Michelle Bachelet; Colombia, Juan Manuel Santos; Ecuador, Rafael Correa, así como el vicepresidente de EE.UU., Joe Biden.

Rousseff ofrece hoy un almuerzo a las autoridades visitantes en el Palacio Guanabara, la sede de la gobernación de Río, antes de irse al estadio.

La mandataria brasileña, que en la apertura del Mundial fue abucheada e insultada por el público en la Arena Corinthians de Sao Paulo, se abstuvo de ir a los demás partidos de Brasil.