Perú presentó ayer una denuncia ante un fiscal contra la organización ambientalista Greenpeace por “invadir” una zona protegida en las históricas líneas de Nazca, luego de que activistas ingresaran al lugar para colocar un mensaje de protesta por el cambio climático.

Un grupo de activistas de Greenpeace de Brasil, Argentina, Chile, España, Italia, Alemania y Austria desplegó el lunes letras de gran tamaño en el desierto de Nazca, junto a la imagen del colibrí, para llamar la atención de los líderes mundiales que se reúnen en Lima para discutir medidas ante el calentamiento global.

El viceministro de Cultura, Luis Jaime Castillo, dijo que se impedirá la salida del país a los responsables, que enfrentarían cargos por daños a un patrimonio de la humanidad declarado por la Unesco en 1994. (I)