Durante sus seis años tras las rejas en la Base Naval de Guantánamo, Abdul Rauf insistió en que era un soldado talibán de bajo rango, aunque en realidad era jefe de una unidad. Rauf fue liberado en 2007 y enviado de regreso a Afganistán. Era el principal reclutador del grupo extremista Estado Islámico en ese país hasta que el lunes falleció por el ataque de un dron, que mató a otras siete personas.