El hospital gineco-obstetra Enrique Sotomayor, la cuna de los guayaquileños desde 1948, cierra sus instalaciones en estos días, luego de 67 años y 11 meses de servicio materno infantil. Ahí han nacido 1’633.973 bebés en toda su historia hasta el mes pasado.

Ya son pocos los que aún caminan por los pasillos amarillos. La mayoría de las amplias salas de hospitalización están desocupadas o con pacientes que se irán de alta en las próximas horas y algunas áreas ya fueron cerradas con candados.

Algunas embarazadas aún siguen llegando por emergencia y luego de estabilizarlas son derivadas al Hospital de la Mujer, en la ciudadela La Atarazana, el cual reemplaza y aumenta los servicios que prestaba la maternidad, donde nacían en promedio 50 bebés al día.

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El centro se ha caracterizado por ser de referencia nacional médico y docente al recibir todo tipo de casos, especialmente de alto riesgo, refirió Luis Hidalgo, director técnico de la maternidad, que destacó la innovación en procedimientos y en equipamiento tecnológico a lo largo de la historia.

La maternidad nació ante la necesidad de asistir a las mujeres gestantes, en época de las parteras. El servicio fue creciendo con los años hasta llegar a 51.239 ingresos hospitalarios y 42.280 nacimientos en 1997, es decir, nacían en promedio 115 bebés al día.

Luego, con la apertura de servicios públicos y otros privados, la atención fue disminuyendo. La Enrique Sotomayor empezó con 220 camas, y cierra su atención con 270 para mujeres y 172 cunas para los neonatos.

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De los nacimientos, el 17% de los bebés son prematuros, debido a infecciones prevenibles de la mujer, patologías, anemia, tabaquismo, entre otras causas. Y justamente, el 80% de las muertas infantiles en los primeros años de vida han sido niños que nacieron prematuramente, explicó el director, quien estableció tres momentos importantes en la maternidad.

En sus inicios, con los diez médicos que fundaron la maternidad, en una época con alta tasa de mortalidad materno-infantil; luego, en los años 80 cuando se convierte en un centro gineco-obstetra, de docencia, y la tasa de cesáreas empieza a crecer; y este año en que cierra sus puertas y todos sus servicios se potencian en el nuevo hospital, dedicado a la atención integral de la mujer.

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En los exteriores del edificio, ubicado en el cuadrante de las calles Pedro Pablo Gómez, Ayacucho, Pío Montúfar y 6 de Marzo, el movimiento también ha disminuido. Solo queda el generado por pocos familiares en la emergencia y en la esquina donde ingresan las pacientes a la consulta externa.

Esta unidad médica se trasladará este fin de semana. El próximo lunes ya atenderán a las pacientes en las nuevas instalaciones del edificio ubicado en la parte posterior del hospital, de lado de la avenida Pedro Menéndez Gilbert.

La última área en irse será el banco de sangre, el cual permanecerá por algunas semanas más, antes de ser trasladado al nuevo centro, señaló Hidalgo, quien expresó sentirse nostálgico, al igual que todo el personal, por tener que dejar atrás las instalaciones que por décadas fueron su segundo hogar. (I)

 

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Mire imágenes de la maternidad Sotomayor.