Música a alto volumen, peleas entre borrachos, mujeres que se pasean por los portales con ropa provocativa y hombres que convierten los postes de alumbrado y los pilares de casas en urinarios improvisados son parte del escenario nocturno que describen los fines de semana algunos de los habitantes de los barrios de la zona centro- sur, donde funcionan bares, discotecas y salsotecas.