La mañana de ayer, en medio de expresiones de dolor, los restos de la niña que apareció la tarde del lunes en el cauce del río Salado fueron enterrados en el cementerio del cantón El Chaco, en la provincia de Napo.

Con este cadáver ya suman tres los cuerpos rescatados en menos de dos días, de ocho que permanecían desaparecidos desde que cayó al río Oyacachi, el 15 de junio pasado, un automotor con menores que viajaban rumbo a la Unidad del Milenio de Santa Rosa.

Hasta el mes pasado, solo se habían localizado los cuerpos del conductor y de una niña de 5 años.

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El sepelio se dio de forma inmediata, explicaron las autoridades, debido a que el cuerpo presentaba un alto nivel de descomposición, especialmente en el rostro.

Peritos de criminalística, al igual que hicieron con los otros dos cuerpos, tomaron muestras para realizar un examen de ADN que confirmó la identidad de la menor.

El ataúd y el nicho de la menor fueron reseñados con un código que ayudará a definir qué muestras de ADN corresponden a cada uno de los cuerpos.

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La tarde de ayer, las tareas de búsqueda volvieron a la zona. El gobernador de Napo y líder del Comité de Operaciones de Emergencia, Campo Elías Rosales, adelantó que para encontrar los cinco cuerpos faltantes incluso se piensa en realizar, posiblemente en un mes, una nueva apertura de las compuertas de la Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair.

“Buscaremos a nuestros niños hasta encontrarlos. Desde hace casi tres meses el recuerdo que tenemos de ellos nos hace levantar con energía y fuerza para seguir en la lucha”, indicó Federico Chasipanta, abuelo de Carlos Ch., pequeño desaparecido, de cuatro años y medio.

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El lunes fueron sepultados los restos de una niña y un niño, que fueron hallados el domingo. Los familiares creen que se trata de Aarón C., de 5 años, y Yamilet, de 6 años. Los resultados de las pruebas de ADN confirmarán si se trata de ellos.

“El dolor existe, pero al menos tenemos la satisfacción de que los cuerpos están en un camposanto donde van a descansar y no en medio de la nada”, dijo Mario Muriel, tío de Aarón C.

El hallazgo de los dos cuerpos se produjo luego de que se abrieran las compuertas del embalse Coca Codo Sinclair.

En un banco de arena, aproximadamente a 700 metros de estas compuertas, se divisó uno de los cuerpos de los menores desaparecidos en el accidente. (I)

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