En esta década la comunidad internacional enfrenta un nuevo problema, la crisis migratoria de países como Siria y Libia, provocadas por los resultados que dejó la llamada Primavera Árabe, en que movimientos, especialmente de jóvenes, intentaron exigir sus derechos en naciones de Medio Oriente gobernadas con autoritarismo. Sin embargo, al final aquella ‘primavera’, que soñaba con convertirse en ‘verano’, terminó siendo ‘otoño’ de manera rápida. Naciones como Egipto quedaron inestables y con fuertes conflictos internos.