Felipe Calderón, abogado y político mexicano del Partido Acción Nacional. Fue presidente de México desde 2006 a 2012. Ayer fue el invitado especial en la sesión solemne por los 80 años de la Cámara de Industrias de Guayaquil, donde habló de la importancia de las libertades económicas para el crecimiento de una nación.<strong>¿Cómo se desarrolla la economía de un país?</strong><br /> Los incentivos económicos determinan el éxito o el fracaso de los países, en general las economías donde existen libertades, donde hay estímulos económicos positivos para quien invierte, quien produce, quien trabaje y quien ahorra, y entre los incentivos está disfrutar el fruto de todos esos esfuerzos, el fruto de la inversión, del trabajo y del ahorro son las columnas para prosperar.<strong>¿Y si por el contrario hay restricciones al comercio?</strong><br /> En general, el comercio trae beneficios y las restricciones al comercio terminan siendo destrucciones al crecimiento.<strong>¿Cómo afectan las restricciones a las industrias?</strong><br /> Toda actividad económica y todo actor económico de la sociedad, personal o privado, es una fuente real y potencial de crecimiento económico y a más de una fuente de mejoramiento social y económico desde el punto de vista de la iniciativa de las personas, la libertad de decidir, de comprar, de invertir, de vender, de consumir, de ahorrar de tomar decisiones múltiples que siempre serán mucho más efectivas y más ricas que las decisiones que se tomen desde el Gobierno, por muy bien intencionado que se crea, millones de personas pueden decidir mejor que una o dos personas.<strong>¿Cuál es su consejo para el empresariado ecuatoriano?</strong><br /> Es importante plantear la posibilidad de que estas libertades se respeten, trabajar para que se generen las condiciones que permitan el crecimiento de la industria, pero en realidad de la economía en general (...). Mientras más libertad haya, habrá mucha más prosperidad; y mientras más se cancelen y se restrinjan las libertades, se reduce el potencial de desarrollo humano y el crecimiento económico y de empleo. Generar las condiciones de libertad y de justicia no es un proceso automático, requiere una sociedad decidida. (I)