Con leva pero sin la corbata que luce habitualmente, el candidato de Unión Ecuatoriana, Washington Pesántez, desarrolló su agenda de campaña el sábado anterior en Ambato y otras localidades de Tungurahua.

Pesántez arrancó con visitas a medios de comunicación para dar a conocer sus propuestas, como la instalación de la Asamblea Constituyente que eche abajo el “andamiaje” creado por el “correísmo”, que el Estado asuma el pago de las pensiones alimenticias de aquellos que no tienen trabajo, o que no se pague el IVA a los productos nacionales tres día del mes.

Aseguró que son planteamientos “serios y perfectamente realizables” que la gente valora “más allá de la manipulación de los encuestadores” que, según él, pretenden mostrar al país una imagen falsa de lo que ocurrirá el 19 de febrero.

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Luego, el aspirante llegó a las calles Quito y Sucre, donde lo esperaban sus simpatizantes con pitos, banderas, megáfonos y tambores. Ahí le pidieron que se pusiera un chaleco rojo con los distintivos de la lista 19.

Entonces se acercó a saludar a transeúntes o a quienes atendían sus locales comerciales. Y aprovechó para tomarse un batido energizante de alfalfa.

Otras personas le estrecharon la mano y también hubo conductores que a su paso hacían sonar los pitos de los automotores. En el parque Montalvo un joven se tomó una foto con el candidato.

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Pesántez arribó a Ambato el viernes en la noche desde la provincia de Bolívar. Lo recibió una caravana motorizada.

Consideró que hay “muchos factores” para la aceptación a su candidatura. Entre ellos, según él, que durante cerca de 40 años se ha dedicado a servir al país, principalmente como fiscal general del Estado.

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Aseguró que “no es un político tradicional porque nunca ha estado afiliado o ha sido militante de alguna organización política; y que ninguna designación que ha tenido ha obedecido a un tinte político sino a sus méritos. (I)