El color morado en sus camisetas y globos lo eligieron porque sus labios y uñas se vuelven de esa tonalidad cuando les falta el aire. Esa deficiencia de oxígeno es uno de los síntomas que padecen los pacientes con hipertensión pulmonar, una enfermedad rara que afecta a 25 de cada millón de habitantes.

Pero esa limitación no los detuvo. Pacientes, familiares y médicos hicieron ayer una caminata en conmemoración del Día Mundial de esta enfermedad, que se recordó el viernes pasado. Por su condición, la marcha se dio a su paso, lento, y algunos usaron cordones en los pies para que avanzaran a su ritmo, por dos cuadras de la avenida 9 de Octubre desde Pedro Carbo hasta el malecón Simón Bolívar.

Rocío Soria, que caminaba con un oxígeno de mano, señaló: “Queremos que la comunidad nos incluya en el día a día a pesar de nuestra limitación..., somos un grupo minoritario, vulnerables y necesitamos apoyo para que se cumpla la ley”.

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Otra paciente, Jenny Donoso, a quien le detectaron ese mal hace siete años, sostuvo que es muy difícil su estado de salud, pero se siente agradecida por la atención y medicinas que recibe en el hospital Abel Gilbert.

El gerente del centro, Carlos Soledispa, indicó que cerca de 30 pacientes se atienden en el centro público, reciben atención prioritaria con especialistas, medicinas costosas y oxígeno domiciliario. (I)