Después de una violenta jornada de disturbios por manifestaciones antiglobalización que dejaron 197 agentes heridos, saqueos y daños materiales se cerró la cumbre G20 con un compromiso bajo mínimos logrado que salva las apariencias, pero deja sin resolver el debate entre libre comercio y proteccionismo y no evitará nuevas guerras comerciales, aseguran los analistas.