La ciudad alemana de Colonia comenzó a colocar grandes bloques de piedra en torno de su catedral para proteger al célebre edificio de posibles ataques terroristas.

Autoridades dijeron que Colonia está tomando medidas de seguridad tras los ataques en Barcelona, España, en donde un hombre en un vehículo arrolló y mató a 13 personas.

En Barcelona, se reunieron funcionarios de esta ciudad, del gobierno regional catalán y del ejecutivo español para evaluar la necesidad de incrementar medidas de seguridad.

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La alcaldesa, Ada Colau, fue duramente criticada por no haber protegido el acceso a Las Ramblas instalando barreras, a lo que respondió defendiendo que estos impedirían la circulación de ambulancias.

En Nueva York, EE.UU., tras el ataque en España, políticos locales pidieron añadir más barreras de seguridad en zonas de la ciudad altamente frecuentadas por peatones.

En febrero pasado, autoridades parisinas informaron que la famosa Torre Eiffel será blindada contra el terrorismo con una barrera de cristal antibalas.

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Grecia también decidió proteger con barreras sus lugares turísticos y estratégicos.

La Policía española indicó que se buscan “posibles colaboradores que pudieran estar relacionados” con los atacantes. Las pesquisas también miran fuera de España: a Marruecos, de donde eran originarios la mayoría de sospechosos y a Francia y Bélgica, en donde el imán acusado de cerebro del atentado vivió entre enero y marzo del 2016.

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En Francia se investigan los motivos del viaje fugaz de algunos atacantes.

La célula yihadista parece haberse formado en torno a un gurú al estilo de una secta, según expertos. Su radicalización fue offline (sin internet), con contactos directos, cara a cara”, estima Alberto Bueno, miembro del español Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo. Este tipo de relación hizo imposible cualquier detección, a su juicio. Así evadieron la vigilancia policial de las redes sociales, para detectar signos de radicalización. (I)