Que el 70% de la economía del cantón San Lorenzo está paralizado y que hay el 42% de extrema pobreza en esta zona fronteriza son parte de las cifras que la prefecta de Esmeraldas, Lucía Sosa, expone para argumentar la necesidad de que exista un porcentaje económico fijo para estas áreas en la Ley de Desarrollo Fronterizo, aprobada el pasado 3 de mayo, tras los atentados y hechos violentos en la frontera norte, Esmeraldas, que han dejado siete víctimas mortales.

Ella dice que con sus colegas de la Mancomunidad del Norte, que abarca a las cuatro provincias fronterizas con Colombia, plantearán ante la Asamblea Nacional una reforma a esta ley para que se incluya el rubro fijo que permita el desarrollo de las llamadas fronteras vivas.

La ley es para las comunidades que están dentro de la franja de los 40 km desde la línea de frontera, como los cantones San Lorenzo y Eloy Alfaro, en Esmeraldas, que desde el 27 de enero pasado mantienen el estado de excepción que suspende derechos como libertad de tránsito y de asociación. Estas medidas habrían paralizado más sus economías, según habitantes.

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Según Sosa, la situación actual en la frontera norte, Esmeraldas, viene arrastrando otros antecedentes y problemas, como el desplazamiento de unos 5.000 habitantes que vivían de la minería artesanal, el cierre de una extensión universitaria en San Lorenzo, falta de empleo y otros.

“No solo pasa por los últimos acontecimientos, sino por el abandono que hemos tenido en diez años del correato, que abrió fronteras, que antes había el pasado judicial, el control, pero luego se abrió y usted ya sabe cómo sigue eso. Por eso estamos clamando para todos estos sectores agua potable, alcantarillado, educación”, dice.

 

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Cuenta que de San Lorenzo salen al año unos 900 jóvenes que no pueden ir a la universidad porque se cerró la extensión local. “¿Qué hace Eloy Alfaro, cómo hace San Lorenzo con toda esa juventud?”.

Sostiene que desde la Prefectura, en la que ha estado al mando casi 13 años, han ejecutado las obras que les permiten la ley y el presupuesto, como construcción de vías y puentes en comunidades de San Lorenzo y Eloy Alfaro; el desarrollo (con ayuda internacional) de proyectos productivos, educativos, turísticos, sociales...

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Uno de estos, recalca, son las plantas de hielo para que los pescadores conserven sus mariscos hasta que lleguen al continente. Ahora buscan que se instale un centro de procesamiento en la zona de frontera, para darle un valor agregado. También anhelan una industria maderera (para hacer puertas, muebles) y otras. Del 2016 a la fecha, la Prefectura de Esmeraldas maneja un presupuesto anual de $ 30 millones para siete cantones que hasta el 2010 tenían 534.092 habitantes. En 2015 tenían $ 39 millones y luego les fue recortado. (I)

Otra propuesta

Una zona de desarrollo, con la construcción de un parque industrial y la promoción y mejoramiento del puerto comercial de Esmeraldas, plantea la Prefectura para la reactivación del norte. Según Lucía Sosa, las provincias del norte, las vecinas y localidades del sur de Colombia (Nariño y Putumayo) enviarían sus productos al exterior por esta salida, pues se harían menos tiempo en llegar, por carretera, al puerto esmeraldeño. (I)

Al no haber empleo son presa fácil que gente del otro lado (Colombia) le diga: ‘Sabes qué, gánate esto’. El no tener trabajo provoca que la gente caiga, a falta de empleo, en alguna situación ilegal o negativa. Queremos revertir eso con educación.Lucía Sosa, prefecta de Esmeraldas