Al sacerdote cuencano César Cordero Moscoso, literalmente, lo bajaron del altar desde la tarde del martes pasado. El religioso está acusado de presunto abuso a niños y por eso los directivos de la Universidad Católica ordenaron que se retire un monumento suyo que estaba colocado junto a la puerta principal de la Basílica de la Santísima Trinidad.

Esta acción tomó por sorpresa a ciertos ciudadanos y el rector de la universidad, Enrique Pozo, manifestó que se retirarán todas las imágenes de Cordero de los espacios públicos para “evitar ser víctimas de agresiones”.

Eso no significa que asumen el presunto delito de quien es su fundador, por lo que esperarán el resultado de la investigación que lleva adelante la Arquidiócesis de Cuenca.

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Pero los cuestionamientos al religioso se exteriorizaron con más fuerza la mañana de ayer durante la marcha denominada “A romper el silencio. No más abuso infantil”, que fue organizada por los familiares de las presuntas víctimas y a la que se sumaron organizaciones civiles, colectivos y estudiantes secundarios llevados por la Coordinación Zonal de Educación.

La manifestación fue masiva y llenó cerca de tres cuadras del Centro Histórico. Desde las 10:00 partió desde San Blas y avanzó hasta el parque Calderón. Con letreros en los que se leía: “César, lobo con piel de cordero” o “no guardes secretos malos”, los participantes exteriorizaron su malestar.

Entre los participantes estaba Marcelo Alvarado, una de las cinco presuntas víctimas que decidió salir del anonimato. Aunque su denuncia fue pública y sentada en la Arquidiócesis, ratificó el miedo que vivió en la que calificó “la escuela del terror”. Entre los 7 y 10 años dijo que fue víctima de abuso por el religioso, que bajo el engaño de enseñarle catecismo lo llevaba a su habitación.

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En un tono irónico, los manifestantes coreaban por la Curia el lema “Con mis hijos no te metas”, como un cuestionamiento al Movimiento Vida y Familia, que en octubre convocó a una marcha para rechazar una iniciativa legal sobre la ideología de género. Ayer no participaron, pero su vocera, Johana Ortega, dijo que rechazan todo lo relacionado a violencia sexual.

Joffre Astudillo, vocero de la Arquidiócesis, señaló que los resultados de la investigación se conocerán hasta el próximo viernes. El documento se enviará a Roma para seguir un proceso en el que se definirá la suerte del religioso. (I)

Ahora esperamos que por fin la justicia y la Nunciatura apostólica se pronuncien porque durante muchos años encubrió al sacerdote. Que no se escondan en su edad, en su vejez...Jorge Palacios, denunciante de abuso sexual