El estiaje y la falta de lluvias complican la normal distribución de agua potable en las zonas rurales de la ciudad. En varias comunidades y parroquias rurales, donde la población es de cerca de 7.000 personas, el líquido se distribuye a través de tanqueros hasta que se supere el déficit.

Paúl Calle, gerente de la empresa de agua potable, indicó que en 7 de los 20 proyectos rurales el suministro se redujo hasta en el 50% y agregó que por eso han tenido que racionalizar la distribución.

El sistema Atucloma registra un caudal de 3 litros por segundo cuando lo normal es 7; en Quingeoloma se redujo de 1 a 0,5 litros por segundo, y así en otros. Según Calle, este problema se presenta cada año y se estima que se supere en una semana.

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Esta falta de lluvias coincide con la ola de calor que se ha sentido en la ciudad en los últimos días, donde el promedio se mantiene en 30 grados centígrados, especialmente entre las 11:00 y 14:00, según los registros meteorológicos.

En el caso de los sistemas de agua potable para el sector urbano, también se ha generado una disminución en la captación de aproximadamente 100 litros por segundo, pero el rango aún es manejable, aunque existe la alerta, según el funcionario.

En cuanto a los ríos de Cuenca, la falta de agua también muestra que hacen falta lluvias, por lo que en gran parte del caudal se observan más piedras que agua.

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El río Tomebamba registró ayer 0,62 metros cúbicos por segundo; el Yanuncay, 1,57; el Tarqui, 1,16; y el Machángara, 4,41. Según información oficial, el valor promedio anual de los caudales es de 5 metros cúbicos por segundo, es decir, los afluentes se encuentran cuatro puntos abajo de lo regular.

Hasta que pase el déficit, Calle solicitó a la ciudadanía que evite usar el agua potable para actividades que no sean de consumo humano como regar plantas, sembríos, lavar vehículos, etcétera. (I)