El paso del ciclón Idai por el sureste de África afectó a más de 2,6 millones de personas y podría convertirse en uno de los peores desastres relacionados con el clima jamás registrados en el hemisferio sur, dijeron funcionarios de la ONU.

Los equipos de rescate seguían intentando llegar hasta las víctimas cinco días después del azote del ciclón, que entró por Mozambique procedente del océano Índico y afectó después a Zimbabue y Malawi.

“El horror y el impacto total solo se conocerán en los próximos días”, dijo Matthew Cochrane, portavoz de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja.

Publicidad

El presidente de Mozambique, Filipe Nyusi, dijo que sobrevoló las zonas más afectadas y vio cuerpos flotando en los ríos, por lo que las estimaciones de víctimas mortales superan ahora el millar.

Estudios de imágenes satelitales sugieren que había 1,7 millones de personas en el camino del ciclón en Mozambique y otros 920.000 en Malawi. Los equipos de socorro trabajaban contrarreloj para salvar a miles de personas refugiadas en árboles o en techos de sus casas en Mozambique, donde hay riesgo de que algunas represas cedan por las intensas lluvias.

Nyusi pidió a los que viven cerca de los ríos que “abandonen la zona” porque las autoridades no podrían tener otro remedio que abrir las represas.

Publicidad

Puentes y carreteras fueron arrastrados por el agua, complicando las operaciones de socorro. “En los árboles, la gente tiene que luchar con serpientes o animales”, según rescatistas.

Las operaciones son complicadas por la falta de helicópteros. “Salvamos a los que podemos y los demás morirán”, advirtió Ian Scher, presidente de la organización sudafricana Rescue, desde Beira, ciudad del centro de Mozambique, que está dañada o destruida al 90 %. “Tenemos que tomar decisiones difíciles. A veces solo se puede salvar a dos personas de cada cinco. A veces les dejamos comida y vamos a socorrer a otras personas que están en mayor peligro”, explicó.

Publicidad

Amnistía Internacional pidió a la comunidad internacional que se movilice ante la amplitud de la catástrofe, pero también ante las consecuencias del cambio climático. “Ahora que los efectos del cambio climático se intensifican es posible que estas condiciones climáticas extremas se produzcan con más frecuencia”, dijo Amnistía. (I)