Al menos 35 personas murieron este lunes en un ataque aéreo contra un bullicioso mercado en zona rebelde en noroeste de Siria, dijeron activistas de oposición y un grupo que monitorea la guerra.

Varios bombardeos rusos tuvieron como objetivo un mercado en la ciudad de Maaret al Numan (Idlib), donde comercian mayoristas hortícolas según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), que añadió que edificios cercanos también se vieron afectados por los ataques.

El bombardeo en la localidad de Maaret al-Numan dejó también más de 30 heridos, según reportes desde el lugar, que está sufriendo intensos ataques aéreos cada día mientras las tropas sirias, amparadas por cobertura aérea rusa, intentan avanzar en el enclave cerca de la frontera turca.

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La televisión estatal siria dijo que los insurgentes bombardearon la ciudad de Suqailabiyah, controlada por el gobierno, e hirieron a cuatro personas, entre ellas un niño.

Activistas de la oposición siria dijeron que aviones de combate rusos llevaron a cabo el ataque del lunes, pero el Ministerio de Defensa de Rusia desestimó los informes y los calificó de "engaño", agregando que la fuerza aérea rusa "no realizó ninguna misión en esa área en Siria".

La provincia de Idlib, en la esquina noroeste del país, es el último bastión rebelde en el país que escapa al control del presidente, Bashar Assad.

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Las fuerzas del gobierno lanzaron una ofensiva en abril que ha dejado más de 2.000 muertos y desplazado a más de 300.000 personas por ahora.

Sin embargo, las tropas han avanzado poco desde que comenzó la operación.

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Es probable que la cifra de víctimas aumente debido al gran número de heridos, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña y que monitorea el conflicto en Siria a través de una red de activistas.

La agencia de noticias Thiqa, un colectivo activista en el norte de Siria, dio una cifra de muertos más alta, indicando que 20 personas habían muerto.

Los bombardeos del domingo en Idlib mataron al menos a 11 civiles, según el Observatorio y equipos de emergencia.

Pese a los intensos bombardeos, las tropas de Assad no han logrado hacer avances significativos contra los rebeldes, los milicianos vinculados a Al Qaeda y otros grupos yihadistas que controlan la provincia. Los grupos milicianos han respondido con dureza, matando una media de más de una docena de soldados y milicianos aliados diarios en las últimas semanas.

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La dura campaña deja sobre la mesa los límites de la potencia aérea rusa y siria y la incapacidad de conseguir una victoria definitiva en la larga guerra civil del país, que ya está en su noveno año.

El Observatorio, que cuenta con una amplia red de fuentes en Siria, determina a los autores de los bombardeos de acuerdo al tipo de aviones utilizados, el lugar del ataque, rutas de vuelo y municiones utilizadas. 

Rusia desmintió haber bombardeado el área y negó acusaciones de los Cascos blancos, organización de socorristas que opera en la zona rebelde. 

"Las declaraciones de representantes anónimos de la organización 'Cascos blancos', financiada por el Reino Unido y Estados Unidos, sobre supuestos ataques aéreos rusos contra un mercado en Maaret al Numan son falsas", indicó el ministerio de Defensa ruso en un comunicado. 

Este lunes, los Cascos blancos, ayudados por habitantes, transportaban heridos cubiertos de sangre, ya fuera con los brazos o en colchones convertidos en camillas improvisadas, constató un fotógrafo. 

Un hombre yacía sin vida sobre la calzada llena de escombros. Un herido, con el rostro cubierto de un polvo gris, era transportado por dos hombres que lo sujetaban por los brazos. Los habitantes huían de la zona cargando niños, muchos descalzos, según el fotógrafo.

Condiciones dramáticas

Los Cascos blancos informaron sobre la muerte de uno de sus voluntarios. Los bombardeos de este lunes provocaron además 100 heridos, según el OSDH. 

En otros ataques que también tuvieron lugar este lunes, siete civiles, entre ellos dos niños, murieron al caer cohetes en una aldea controlada por el régimen en la provincia norteña de Hama, informaron medios estatales.

El domingo, también en la región de Idlib, 18 civiles, incluidos siete niños, murieron en ataques aéreos imputados sobre todo al régimen, pero también a su aliado ruso, de acuerdo al OSDH. 

El OSDH afirma que más de 650 civiles han muerto en casi tres meses; en tanto 330.000 han huido de la violencia, según la ONU. 

Este recrudecimiento de la violencia tiene lugar pese al acuerdo alcanzado en septiembre de 2018 entre Rusia y Turquía, apoyo de algunos grupos rebeldes, cuyo objetivo era precisamente evitar una ofensiva de gran envergadura de Damasco contra Idlib.

Esta iniciativa preveía una "zona desmilitarizada" que separase los territorios bajo control de yihadistas y rebeldes de las áreas adyacentes dominadas por Damasco.

Sin embargo, la ONU señala actualmente a esta 'zona de distensión' como una de las "más peligrosas del mundo", y pide un cese el fuego "para poner término a esta tragedia".

Yihadistas y rebeldes disparan esporádicamente cohetes y proyectiles contra zonas gubernamentales. (I)