El lugar de nacimiento de Jesús según la tradición cristiana, Belén, sur de Cisjordania ocupada, se prepara un año más para celebrar las fiestas de Navidad y recibir a miles de visitantes.

La temporada ofrece una alegría moderada a los palestinos en la ciudad de Cisjordania ocupada por Israel, que está separada de la cercana Jerusalén por una imponente muralla de concreto israelí.

Israel capturó Cisjordania, junto con Jerusalén este y la Franja de Gaza, en la Guerra de los Seis Días de 1967, pero los palestinos consideran aún a los territorios como parte de su patria nacional y esperan algún día establecer un estado independiente, registró BBC.

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Y pese a los conflictos, en este momento se vive una relativa calma entre israelíes y palestinos, lo que le ha favorecido a Belén que está disfrutando su mejor año turístico en dos décadas, con la llegada de muchos peregrinos extranjeros.

Las principales atracciones en Belén son la Iglesia de la Natividad del siglo IV, construida sobre una gruta donde la tradición cristiana dice que nació Jesús y donde es frecuente ver a creyentes besar una estrella de plata de 14 puntas en el que sería el lugar exacto.

Otro lugar concurrido es el árbol de Navidad de 16 metros en la visitada Plaza del Pesebre, donde se puede ver a niños vestidos como Santa Claus cantando villancicos. Así también en los lugares más céntricos de esta ciudad bíblica es común ver las decoraciones navideñas y las figuras de madera de olivo que bordean las estrechas calles y que se exhiben en negocios.

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Y son precisamente los pesebres tallados en madera lacada de olivo algunos de los recuerdos más populares que compran los turistas que visitan la ciudad y que pueden costar entre 2 y 70 000 dólares.

Pero estas tradicionales y reconocidas artesanías cumplen un estricto control, debido a que la madera usada proviene de olivos más antiguos que la misma historia que representan y que son considerados sagrados.

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Maher Canawati, presidente de The Three Arches, un negocio familiar cuyos orígenes se remontan al siglo XVI, dijo que su industria enfrenta fuertes multas si tala un árbol sano, por lo que las figuras son talladas a partir de ramas cortadas durante la temporada de poda en noviembre y diciembre.

Y en el caso de necesitar grandes troncos deben ser de árboles que han sido desplazados debido a nuevas construcciones y que no han logrado adaptarse a otra ubicación.

“Esperamos dos temporadas para asegurarnos de que están muertos, de que no hay nada verde en ellos, antes de cortarlos... los olivos son árboles sagrados para nosotros e intentamos en la medida de lo posible convertir todos los árboles que cortamos en objetos eternos, afirma Canawati.

En Belén la temporada navideña se extiende hasta la celebración ortodoxa oriental del 7 de enero y la Navidad armenia del 18 de enero.

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Quienes viajan a Belén deben pasar por un extenso puesto de control israelí y conducir a lo largo de una barrera de seguridad, que Israel construyó en el segundo levantamiento palestino, a inicios del 2000, que bordea parte de la ciudad. (I)