Desde que en marzo de 2011 se inició el conflicto armado en Siria, el horror de la guerra no para. En el afán del gobierno de Bashar al Asad por recuperar territorio controlado por rebeldes, la región de Idlib, noroeste del país, soporta brutales bombardeos que ya han obligado a huir a unas 900 000 personas, entre ellas más de 500 000 niños.

El 80 % de los afectados son mujeres y niños. Se trata del mayor desplazamiento de personas desde que comenzó la guerra, indica un reporte de Naciones Unidas (ONU).

No obstante, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, la cifra de desplazados supera el millón de personas y más de 400 civiles han muerto, entre ellos varios niños.

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Desde diciembre pasado, el gobierno de Al Asad, respaldado por sus aliados, lanzó una importante ofensiva militar para retomar las provincias de Idlib y Alepo.

Los bombardeos en la ciudad de Kafranbel, sur de Idlib. AFP

Los funcionarios de las agencias de ayuda de la ONU están abrumados por la crisis humanitaria de los sirios que huyen a la frontera con Turquía para escapar de la masacre, bajo duras condiciones invernales.

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"Los civiles que escapan de los combates están siendo encajonados en áreas sin un refugio seguro, áreas que se reducen cada hora. Y siguen siendo bombardeados. Simplemente no tienen dónde ir", dijo la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

Temperaturas bajo cero grados

Con temperaturas que alcanzan los siete grados bajo cero en los campamentos de desplazamiento cubiertos de nieve, en las colinas cercanas a las fronteras de Turquía, siete niños han muerto por las malas condiciones de vida. Save the Children dijo que las familias están quemando todo lo que encuentran para mantenerse calientes. La organización advirtió que el número de muertos podría aumentar.

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Civiles sirios viven en retazos de lonas de plástico bajo temperaturas gélidas y siendo víctimas de bombardeos. Los campamentos de desplazados están desbordados por el gran número de personas que buscan refugio y el limitado acceso a alimentos, agua potable y atención médica. Esta es la cotidianidad de la crisis humanitaria en Siria, dijo la ONU.

Muchos, temiendo por sus vidas, han huido de los campamentos, desafiando las duras condiciones climáticas.

Sirios en un campamento para desplazados cerca de la frontera turca, en la provincia de Idlib.

Turquía cerró sus fronteras para impedir una mayor llegada de sirios, ya que alberga a más de 3,5 millones de refugiados de ese país. Eso deja a la gente de Idlib sin ruta de escape.

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La provincia de Idlib, dominada por yihadistas, también acoge a rebeldes que se alzaron en armas contra el gobierno de Damasco tras la represión de las manifestaciones que exigían reformas en 2011.

La mitad de los 3 millones de habitantes de la provincia son desplazados internos.

En ocho años de guerra, más de 2,5 millones de niños refugiados sirios han tenido que huir a otros países. El horror de este conflicto también ha causado que más de 7000 niños hayan sido mutilados o asesinados, mientras que más de 3000 han sido secuestrados para entrar en combate de manera obligada, indica el organismo.

Líbano, Jordania, Turquía, Alemania, Italia o Grecia son los principales países que han acogido a esta población aterrorizada por la guerra.

Mayor escalada

El emisario de la ONU para Siria, Geir Pedersen, alertó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre "el riesgo inminente de una escalada" de violencia en el noroeste del país en guerra, tras recientes declaraciones de Turquía y Rusia.

"No puedo informar de ningún avance para poner fin a la violencia en el noroeste o reimpulsar el proceso político", dijo Pedersen durante una reunión mensual del Consejo de Seguridad sobre Siria.

A pesar de intensos reuniones, Moscú y Ankara, que apoyan al régimen sirio y a algunos grupos rebeldes, respectivamente, no alcanzaron "ningún acuerdo", añadió.

Rusia hizo una advertencia al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, después de que este amenazara con lanzar pronto una ofensiva militar en Siria contra las fuerzas del régimen de Al Asad en la región de Idlib, en el noroeste del país. (I)